jueves, 28 de abril de 2011

LA MINERÍA DE LA NUEVA ESPAÑA


La minería produjo un importante flujo de actividad económica que ocasionó el crecimiento de la Nueva España al generarse empleos para gran cantidad de la población.
La minería fue la actividad económica que más impulso tuvo en la colonia, pues cualquiera podía echar a andar una mina siempre y cuando entregase la quinta parte de sus ganancias a la corona española. Fue además un incentivo para la conquista, exploración y colonización de nuevos territorios. Las principales minas de Nueva España fueron la de Zacatecas (1546), Pachuca (1552), Fresnillo y Guanajuato (1554), y finalmente San Luis Potosí (1592). Estas ciudades también recibieron gran cantidad de pobladores debido a la esperanza de muchos novohispanos por conseguir un mejor nivel de vida.

La minería novohispana enfrentó varios problemas, como:
Escasa mano de obra al verse reducida la población indígena (principal trabajadora de las minas), durante las epidemias del siglo XVI. Este inconveniente fue solucionado con la importación de esclavos negros.
La importación de mercurio fue prohibida y castigada con la pena capital a partir de 1589, por decreto de Felipe II. La razón dada fue que los ingleses eran los mayores comerciantes de tal producto y al ser España su enemiga principal, sus colonias no podían comerciar con la corona británica. La prohibición alentó el contrabando con piratas ingleses, como Henry Morgan.

La dureza del trabajo en las minas provocaba enfermedades como artritis reumatoide en los mineros, lo que muchas veces ocasionó su muerte o cese en el trabajo. Los estímulos brindados solían ser paupérrimos y los trabajadores muchas veces ocasionaron revueltas en contra de los patrones.
La época dorada de las minas se alcanzó en el siglo XVII, y su mejor representante fue la mina de la Valenciana, ubicada en Guanajuato y propiedad de Antonio de Obregón, conde de la Valenciana. En el plazo de 1788 a 1808, la mina produjo 30 millones de pesos, cantidad superior al Producto Interno Bruto del Virreinato del Perú. La plata fue el principal producto de las minas novohispanas, y su importancia se reflejó en la proliferación de la orfebrería, que poco a poco obtuvo gran prestigio en el mundo entero. Los aztecas también habían desarrollado esta actividad en una escala menor, lo que aumentaron los novohispanos. Las Antillas y Filipinas, fueron los principales mercados de venta de la plata producida en Nueva España. En 1729, al celebrarse la boda de Fernando de Borbón y Saboya, príncipe de Asturias, con Bárbara de Braganza, en Badajoz, Extremadura, los presentes otorgados fueron de plata novohispana.

CENTROS MINEROS

Guanajuato tiene una tradición minera que data de la época virreinal. Sin embargo, la riqueza del subsuelo no siempre ha sido extraída en forma óptima. Actualmente, la minería en la entidad se encuentra en una etapa de recuperación y se ha consolidado como el primer productor nacional de oro y cuarto de plata, como resultado de la adopción de tecnología moderna en la extracción y el beneficio de los metales, y a la creciente inversión de la inversión privada.
Igualmente, la entidad se ha convertido en un importante productor de minerales no metálicos, entre los que destacan la fluorita, que ya se exporta, el sílice y el feldespato.

A la fecha hay en la entidad 51 compañías mineras que emplean a 3.500 trabajadores, cuya fuerza productiva representa apenas el 15% del producto interno bruto en el estado, lo que refleja el escaso grado de actividad.
Guanajuato representa un futuro halagador en esta rama de la economía, pues se podrá explotar en gran escala ópalo, granito, calizas, azufre, cobre, plomo y hasta diamantes. Las minas se encuentran es los municipios de San Luis de la Paz, Comonfort, Atarjea, Acámbaro, Pénjamo, Guanajuato, San Diego de la Unión, Dolores Hidalgo y Huanímaro.

Minería de Zacatecas-
La industria principal de Zacatecas es la minería, principalmente la extracción plata, oro, mercurio, hierro, zinc, plomo, bismuto, antimonio, sal, cobre, cuarzo, caolín, ónix, cantera, cadmio y wollastonita. Las riquezas minerales del estado fueron descubiertas poco después de la conquista, y algunas de las minas (y las más famosas de México) datan de 1546. Las más productivas son las minas de plata de Alvarado. Sólo de esta mina se extrajeron más de 800 millones de dólares durante 1548 y 1867, según los registros que se han conservado. Hoy en día, México es el primer productor de plata del mundo.

Zacatecas tiene 13 distritos mineros. Las más importantes son las de Zacatecas, Concepción del Oro, Sombrerete, Chalchihuites, Mazapil y Noria de Ángeles. Existen 86 unidades económicas en la actividad minera.

Minería de Pachuca y Real del Monte-

En el siglo XV, en 1438 cuando fue fundada por un grupo mexica que la llamó Patlachiuhcan, que quiere decir “lugar estrecho”, en donde abundaban el oro y la plata. El área de la antigua Pachuca era de 2 kilómetros cuadrados a juzgar por la dispersión actual de los sitios arqueológicos, la ciudad era un paso obligado para llegar a las populosas ciudades de Tulancingo, Tula y Atotonilco el Grande. Desde entonces procede, según las relaciones históricas, el descubrimiento de la metalurgia.

Según la tradición, de esta etapa proviene el inicio de la explotación de las minas de Pachuca y Real del Monte, asegurándose que fueron las minas de Xacal o Jacal y la que más tarde se conoció con el nombre de San Nicolás, las primeras en trabajarse a base de un viejo sistema llamado Torrefacción o Calcinación, que consistía en prender fuego a la veta, regularmente ubicada a poca profundidad, luego se le enfriaba bruscamente con agua para que se desquebrajara, pudiendo así la obtención de una buena proporción del metal.
Para 1524 los primeros españoles que llegaron a la región estuvieron Francisco Téllez (artillero llegado con Cortés en 1519 a quien apodaron el Tuerto) y Gonzalo Rodríguez, quienes construyeron las primeras casas de tipo feudal, llamándole al lugar "Real de Minas de Pachuca".

Fuente.territorioscuola.com

miércoles, 27 de abril de 2011

CIUDAD DE MÉXICO


1.EL ZÓCALO
Este lugar que en 1325 era un islote, rodeado de agua y sede del señorío azteca, es hoy la plaza más importante del país y un símbolo para la nación. Aquí palpita el corazón histórico y comercial de la gran ciudad.
Hasta la Plaza de la Constitución se llega en metro o a pie. Te presentamos algunos datos poco conocidos de este lugar:

* Esta plancha de concreto, que un tiempo fue jardín, mide 240 por 220 y es la tercera plaza más grande del mundo después de Tian´anmen en Pekín y la Plaza Roja de Moscú.

* Fue declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987. En realidad, su nombre es Plaza de la Constitución pero le apodaron Zócalo después de que fue derribada la estatua de Carlos IV, durante la Guerra de Independencia. Como sólo quedó el “zócalo” o pedestal, la gente comenzó a llamarla de esta manera.
*La plaza está rodeada de suntuosos edificios y lugares que narran los periodos históricos de México: desde la época prehispánica, pasando por el colonial, hasta la actualidad.

* Es el sitio elegido para manifestaciones sociales, magnos eventos culturales y artísticos. Aquí, es común ver también a los concheros, bailando con sus plumas y conmemorando día a día, la tradición indígena.

* No te pierdas todos los días el traslado de la bandera del asta hasta el Palacio Nacional a las 18:00.

2.CATEDRAL METROPOLITANA
Es la catedral más grande de Latinoamérica, uno de los templos emblemáticos de la cristiandad en el mundo y obra máxima de la arquitectura colonial en el continente americano. Por tanto, es un lugar obligado para visitar en la Ciudad de México.
*Este lugar narra la historia del México virreinal. La primera piedra la puso Hernán Cortés en 1524 en un acto de gran simbolismo porque la situó justo en el cruce de las calzadas que, desde los cuatro puntos cardinales, conducían al centro espiritual de la capital azteca: el Templo Mayor. Incluso para su construcción se usaron las piedras que habían formado parte del conjunto de la Gran Tenochtitlán hasta antes de su destrucción.
*La ahora iglesia principal de la Arquidiócesis Primada de México está construida con cantera gris, cuenta con cinco naves y 16 capillas laterales con elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos.
*En fin de semana, te recomendamos contratar, a la entrada del templo, la visita guiada por el interior de la Catedral, sus catacumbas y su campanario. Te contarán la historia de las campanas y podrás experimentar un regreso al pasado desde el techo de este majestuoso conjunto arquitectónico.

3.MUSEO DEL TEMPLO MAYOR
En sus ocho salas se exhiben miles de piezas de colección. Una de ellas se encuentra dedicada a la Coyolxauhqui, la Diosa de la Luna.
El 23 de febrero se conmemoran 33 años del descubrimiento de este monolito que hoy puedes observar cómo era hace cientos de años. ¡Un didáctico juego de luces que muestra los colores que originalmente tenía!
¿Sabes cómo la descubrieron? En 1978, un grupo de trabajadores de la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro realizaba trabajos de excavación para colocar un transformador, cuando halló esta importante pieza prehispánica.
Es una verdadera joya abierta de martes a domingo, de 9:00 a 17:00. Está ubicado en las calles de Seminario y República de Guatemala, a un costado de la Catedral.

4.CALLE PEATONAL MADERO
Apenas el 17 de noviembre de 2010, la calle de Madero estrenó cara. Fue cerrada a la circulación de vehículos para ser completamente peatonal. Ahora podrás apropiarte de ella, de la belleza que reúnen sus edificios históricos, comercios y lugares para escuchar música o ver actividades culturales.
Ésta siempre ha sido una de las vías más concurridas y transitadas desde la época colonial. Su traza se debe al español Alonso García Bravo y fue una de las primeras calles de la nueva ciudad española, sobre las ruinas de la antigua México-Tenochtitlán.
Además, Madero es una de las principales entradas al Centro Histórico. Recibe su nombre en honor al ex presidente de la República, personaje fundamental en la Revolución Mexicana.
No puedes dejar de conocer los siguientes sitios de interés:
*La Casa del Marqués de Jaral de Berrio, hoy conocida como Palacio de Iturbide, que fuera hotel después de ser residencia de Agustín de Iturbide. Hoy es el Palacio de Cultura Banamex.

*La Casa de Don José de la Borda, y la Casa de la Condesa del Valle de Orizaba, mejor conocida como Casa de los Azulejos, así como el famoso Convento de San Francisco de Asís, el primero y más grande en el continente americano.

*De la misma época virreinal, se encuentra el Templo de la Profesa o Casa Profesa de la Compañía de Jesús, que sirvió como oratorio de San Felipe Neri, y también un tiempo como Catedral Metropolitana.

*Sobre Madero también se levanta uno de los más emblemáticos edificios de la ciudad. Tal es el caso de la Torre Latinoamericana, construida en la década de los cincuenta, que se convirtió en el más alto de toda la ciudad.
La torre fue levantada en un predio que anteriormente ocupó terrenos del demolido Convento de San Francisco. Ahí, puedes subir al acuario o al último piso y disfrutar de la vista de la ciudad.
Asimismo, resalta por su arquitectura el Templo Expiatorio Nacional o templo de San Felipe de Jesús, a un costado del templo de San Francisco.

5.MUSEO NACIONAL DE ARTE
Este lugar es guardián de colecciones de arte muy importantes y ocupa el local de lo que fue el Antiguo Palacio de Comunicaciones, creado por el arquitecto Silvio Contri en 1904.
El MUNAL está ubicado en la Plaza Manuel Tolsá donde se exhibe la estatua de Carlos IV conocida como “El Caballito”. El lugar es emblemático y hermoso porque combina los estilos gótico y clásico, con estructuras de hierro. Una belleza que no te puedes perder son sus escaleras semi-circulares.
Frente a este museo vas a encontrar el Palacio de Minería, así como varios restaurantes ideales para recargar las baterías mientras continúas tu recorrido por el Centro Histórico.

6.PALACIO DE LAS BELLAS ARTES
Este recinto es un punto obligado si vienes a la Ciudad de México o si vives en ella. Es uno de los teatros más importantes del mundo y en su interior alberga un pedazo de historia muy importante.
La entrada a este edificio es gratuita. Admira tanto su exterior, como interior, donde encontrarás un espectacular en el techo con el tema de Apolo (dios griego del sol), así como valiosas obras de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Jorge González Camarena, ¡ejemplos del triunfo del muralismo en México!
No dejes de apreciar los revestimientos de mármoles nacionales y extranjeros tanto en los pisos, como en los pilares y pilastras: blanco de Carrara, negro de Monterrey, rojo de Torreón y rosa de Querétaro.

7.GARIBALDI
Para los trasnochadores y amantes del mariachi, éste es un punto obligado de reunión. Se trata de una plaza donde se reúnen todos los días mariachis para ofrecer su música a quien la quiera escuchar. Además, el lugar fue recientemente remodelado y alberga al recién abierto Museo del Tequila.
Aunque cualquier hora es buena para recorrerla, es la noche su mejor momento. Ahí podrás encontrar la cantina Tenampa, famosa por los personajes de renombre que la han visitado.
Si llegas en auto, te recomendamos dejarlo en el estacionamiento subterráneo o bien arribar a ella en metro en la estación que lleva su mismo nombre: Garibaldi.

8.MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Está ubicado en la Plaza de la República y con las fiestas del Bicentenario ahora es una mezcla entre el pasado revolucionario y la actualidad. Lo acaban de remodelar y cuenta con un elevador que te lleva hasta la cúpula, donde encontrarás una cafetería muy moderna y un museo.
Los lunes cierra y los miércoles puedes subir hasta ella sin costo, pero, el resto de los días cuesta $40 pesos y está abierto hasta las 18:00.
Esta obra arquitectónica se creó gracias a que Porfirio Díaz quería un Palacio Legislativo, el cual sería uno de los edificios más suntuosos de la ciudad. Sin embargo, la falta de recursos, a raíz de las luchas revolucionarias, fue imposible continuarlo. Así que, paradójicamente, la causa que impidió su construcción, fue finalmente la que le dio su nombre.

9.PASEO DE LA REFORMA
Es una de las más importantes de la Ciudad de México y tiene su origen durante el Segundo Imperio Mexicano. Se trazó para conectar el Castillo de Chapultepec con el Palacio Nacional. Su construcción estuvo encargada por el Emperador Maximiliano I al ingeniero y militar austriaco Fernando de Rosenzweig.
Como todo en esa época, el paseo se inspiró en los bulevares franceses con amplias arboledas, camellones y glorietas. Hacia finales del siglo XIX, en ambos lados de esta avenida, se construyeron grandes y hermosos palacetes y mansiones de acaudalados y distinguidos personajes de la sociedad mexicana.
Hoy por hoy, esta hermosa avenida, que en 1872 tomó su nombre “Paseo de la Reforma”, ha cambiado sus palacetes por grandes compañías y comercios que a sus lados se han instalado.
Además, el paseo de la Reforma ha sufrido varias remodelaciones hasta convertirse también en un espacio cultural y artístico. ¡Aprópiate de esta avenida y recórrela caminando, en patines o en bicicleta!

10.BOSQUE DE CHAPULTEPEC-
Es el parque más grande dentro de una ciudad y uno de los pulmones más importantes de la Ciudad de México. En él se encuentra el Castillo de Chapultepec con sus recién remodeladas salas que te llevarán al pasado de Maximiliano y Carlota. Este edificio está ubicado en lo alto del Cerro del Chapulín desde donde tendrás una hermosa vista de la ciudad. Es único en su género en América.
También, está el Lago de Chapultepec cuyos alrededores pueden recorrerse con patines, a pie o en bicicleta. Sin duda, lo más recomendable es dar un paseo en lancha y disfrutar de la algarabía particular que ofrece este lugar.
El Zoológico más importante de México se encuentra en Chapultepec y es parada obligada.
¿Quieres museos? Aquí están el Museo Nacional de Antropología, El Museo de Historia Natural, los Baños de Moctezuma y el Papalote Museo del Niño.
mexicodesconocido.com.mx

lunes, 25 de abril de 2011

LOS AZTECAS


Los aztecas, antes de haber construido en 1325, sobre un grupo de islotes, la capital que hoy existe, habían habitado por espacio de cincuenta años en otra parte más meridional del lago. Vinieron de Aztlán hacia 1160, y llegaron al valle de México, por Malinalco, después de cincuenta y seis años de migración. Estableciéndose primero en Zumpango, y después en la falda meridional de la montaña de Tepeyac. En 1245, según Clavigero, llegaron a Chapultepec; pero inquietados por los principillos de Xaltocan, se refugiaron en un grupo de islotes llamados Acocolco, en el extremo meridional del lago de Tezcuco, donde vivieron durante medio siglo en espantosa miseria.

Habiendo caído bajo el yugo de los reyes de Tezcuco y de Acolhuacan, se refugiaron los aztecas en Tizapán, en la tierra firme. Los servicios que prestaron a sus señores en una guerra contra los habitantes de Xochimilco, les procuraron la libertad. Entonces se establecieron en Acatzitzintla, pueblo al que llamaron Mexicalzingo por su dios de la guerra, Mexitli o Huitzilopochtli, y después en Iztacálco.

En cumplimiento de su oráculo, según el cual su asiento definitivo sería en el lugar donde encontrasen un águila sobre un nopal, en 1325 fundaron su teocalli, o casa de Dios, en un islote. Este teocalli, a cuyo alrededor se fundó la nueva ciudad, era de madera. El de piedra que admiraron los conquistadores, fue construido en el mismo sitio por el rey Ahuitzol en 1486. Era un monumento piramidal, de treinta y siete metros de altura, situado en medio de un recinto de muros, y constaba de cinco pisos. Sobre su cima se levantaban altares cubiertos de cúpulas de madera cuyas puntas estaban a cincuenta y cuatro metros sobre el suelo del recinto. No sabemos de qué materiales estaba construido.
Los fragmentos que de cuando en cuando se descubren alrededor de la catedral actual, son de pórfido, con base de grustein lleno de anfibolias y de feldespato vítreo. El teocalli estaba ya arruinado pocos años después del sitio de Tenochtitlán, el cual acabó con la destrucción casi total de la ciudad; por tanto, me inclino a creer que el exterior de la pirámide truncada era de arcilla revestida de la amigdaloide porosa llamada tetzontli.

La antigua ciudad de México se comunicaba con la tierra firme por tres grandes calzadas: la de Tepeyac (Guadalupe), la de Tlacopan (Tacuba), y la de Iztapalapan. Cortés menciona cuatro, sin duda porque contó como tal la que conduce a Chapultepec.
La calzada de Iztapalapan tenía un ramal que unía Coyohuacan con el fuerte de Xoloc. En 1338, con motivo de una lucha civil, se separó una parte de los habitantes y se estableció en los islotes situados al N. O. del templo. Esta nueva ciudad, que se llamó primero Xaltilolco y después Tlaltelolco, tuvo un rey independiente del de Tenochtitlán.

El rey mexicano Axayácatl conquistó a Tlaltelolco, y desde entonces este pueblo se unió por medio de puentes al de Tenochtitlán. Los mexicanos trasladaron a aquel lugar su gran mercado, cuya enorme magnitud prueba cuán considerable debió ser la población de la antigua ciudad.
Desde siglos antes de la conquista, los límites del lago de Tezcuco se venían reduciendo a causa de la falta de equilibrio entre la masa de agua que entra en él y la que pierde por evaporación. Esta merma de agua habría sido lenta y poco perceptible, a no haber intervenido la mano del hombre. Los conquistadores talaron sin tino los árboles, así en el llano en que está situada la ciudad como en los montes que la rodean. La construcción de la nueva ciudad consumió una cantidad inmensa de madera para vigas, puertas y pilotes.

Hoy continúa la tala, y la falta de vegetación expone el suelo descubierto a los rayos del sol, de suerte que la humedad que no se pierde por filtración, se evapora rápidamente. Pero lo que más ha contribuído a la disminución del lago es el tajo llamado Desagüe Real de Huehuetoca, que conduce las aguas de lluvia al río Pánuco.
Este estado de cosas ha venido del deseo de hacer de México una capital en donde, al mismo tiempo que pudiesen circular carruajes, hubiese menos peligro de inundaciones.

Fuente. antorcha.net

domingo, 24 de abril de 2011

RÍO DE SAN FRANCISCO-PUEBLA


El Río San Francisco nace en las faldas de la montaña Malintzi, siendo el río una división natural segmentó a la ciudad de Puebla en dos partes, la zona poniente y sur, conocida como progresista y con un posible desarrollo, y por otra parte la zona norte y oriente. En los primeros años de la ciudad, la división de clases la marcaba el Río de San Francisco, en un lado vivían los españoles, las indígenas casadas con españoles y aquellos que servían en estas casas. Estos grupos sociales eran los que vivían en la “ciudad”; el resto de la población indígena vivía en el otro lado del río dónde se produjo la creación de diferentes Barrios Para finales del siglo XIX en el lado oriente del río de San Francisco, se construyeron molinos, se realizaron obras y curtidurías, se fundaron las primeras industrias manufactureras en su mayoría textiles. Aprovechando los bellos paisajes, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX se consolidó la Colonia Industrial y el Tivoli del Estanque de los Pescaditos, que se convirtió en unos de los centros recreativos más importantes de la ciudad.

La instalación de la industria textil moderna siguiendo a Gamboa, Estrada y García,- se debe a dos importantes factores: el primero son aquellas fábricas que se edificaron a orillas de una corriente acuífera en la cual se movían las máquinas, y por otro lado todas aquellas fábricas cuya localización no obedeció a esa necesidad, sino a otros factores como la cercanía con el medio de transporte y el uso del suelo. Las primeras fueron de la era de la energía hidráulica y las segundas a era de la electricidad.

Las primeras fábricas textiles poblanas surgieron no sólo en los bordes de los ríos sino con frecuencia eran montadas en molinos de trigo. En 1543 Juan López de la Rosa hizo construir un molino al poniente de la ciudad en las riberas del río Atoyac. Este molino fue fundamental en el arranque de la industria textil poblana.
A inicios del siglo XIX llegó a la ciudad de Puebla el Sr. Esteban de Antuñano, hilado en un obraje y posteriormente en una fábrica “a vapor” llamada “La Educación de los Niños”.
Posteriormente estableció una gran fábrica, para ello adquirió el molino de Santo Domingo y la hacienda donde se ubicaba. En 1835 inició operaciones la fábrica que por nombre puso la “Constancia Mexicana”, nombre que sintetizó una cadena de grandes esfuerzos. En los años siguientes se erigieron otras fábricas como San Juan Bautista Amatlán, El Patriotismo y La Economía. Paralelamente otras hilanderías se fueron estableciendo a orillas de ríos de menos afluencia como el San Francisco, donde se erigieron las de La Teja, El Carmen, Real del Alto, La Concepción Cabecitas, La Guía, La Esperanza y San Juan Amandi.

Como Gamboa menciona, siendo la energía hidráulica la fuente principal, la Electricidad llegó a la industria por medio las plantas generadoras que a orillas de los ríos instaló la Compañía Anónima de Alumbrado de Puebla y la Compañía de Tranvías Luz y Fuerza Motriz de Puebla. La aparición de esta última fue un parteaguas, ya que marcó un cambio en la ubicación en las fábricas textiles debido a que dejaron de depender de la cercanía de una corriente de agua para su funcionamiento. Se sabe que después de 1903 se dieron casos de nuevas fábricas localizadas a orillas de un río tales como: La Violeta, San Juan Amandi y La Oriental; esto no se debió a necesidades de generar energía hidráulica. Podría tenerse la teoría que a consecuencias de ese cambio ocurrió un fenómeno de dispersión geográfica, pero no fue así, ya que los dueños de las fábricas eligieron un perímetro de la ciudad y dentro de él ciertos puntos para instalar las fábricas. Tal fue el caso del viejo corredor del río San Francisco y su anexo Estanque de los Pescaditos, donde ya para 1915 se formalizó la existencia de la llamada Colonia Industrial, formada por fábricas viejas y nuevas, que empleaban el agua más que como fuerza motriz, como forma de mejorar la producción por su naturaleza de aguas blandas. En esta Colonia Industrial se ubicaron cinco fábricas que tuvieron gran importancia en su tiempo y las cuales ayudaron al desarrollo económico e industrial en la Puebla a inicios del siglo XX.

ANTIGUA INDUSTRIA TEXTIL "PUEBLA"


En 1589 un hombre llamado William Lee, de Cambridge, inventó un telar manual de géneros de punto. Este "telar de medias" -como se le conoció- era tan perfecto que los actuales telares rectilíneos aún poseen los mismos mecanismos esenciales de la máquina de Lee. La transformación del telar a mano en telar accionado mecánicamente ocurrió en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se fabricó el primer telar rectilíneo mecánico, el cual fue a su vez la base del telar circular mecánico. Además de estos telares para géneros de punto "de onda" o "de recogida", también se inventaron los telares para tejidos de punto "urdimbre", manuales y mecánicos. Otras máquinas que merecen mención son las tricotosas, tanto circulares como rectilíneas, que no sólo sirven para formar mallas o "tejido jersey", sino también para dar al tejido su fase de terminado .

En México, como en muchos rincones del mundo, la rama de los géneros de punto comenzó a desarrollarse a partir del tejido de hilos de algodón. Hasta donde sabemos, en el caso de la ciudad de Puebla el surgimiento de esta rama ocurrió por el año de 1880, cuando se fundó una fábrica de medias y calcetines cuyas máquinas eran movidas a mano, siendo propiedad de una señora llamada Luz Palacios. A esa fabriquita siguió una más grande pero también de acción manual, denominada La Escocesa, fundada en 1896 por otro pequeño industrial, Alberto Cázares.

En el primer quinquenio del siglo XX se abrieron en la Angelópolis otras fábricas de medias y calcetines: en 1901 La Guadalupana, de Andrés Vargas, y la de Arturo Thielheim y Compañía, que inicialmente carecía de denominación. En 1902 se abrió La Cruz, de Francisco Solís, y otra de Rafael Morales, también sin denominación. En 1905 se inauguraron La Estrella y La Turquía, la primera de Abraham Chebán, y ésta de A. Jacobo y Abdo Cassab . Aparecieron así, por vez primera en la ciudad de Puebla, los empresarios textiles de origen sirio-libanés, o "turcos" y "siriacos", como se les llamó más comúnmente en la época. Su peso en la rama de géneros de punto se volverá creciente a partir de la década de 1930
Cinco de las seis factorías que acabamos de señalar también movían sus máquinas de forma manual, de modo que se trataba de unidades productivas sumamente modestas. La excepción era la fábrica de Thielheim y Compañía, situada muy cerca del centro de la ciudad, a orillas del río de San Francisco cuyas aguas impulsaban el movimiento de sus máquinas, mediante un pequeño generador de 5 caballos de fuerza, en 1906 esta fábrica pertenecía a la Compañía Manufacturera de Puebla, donde Thielheim seguía participando. Para ese año tenía contratados 75 trabajadores -15 varones y 50 mujeres-, llegando a 600 mil su producción anual de piezas de medias y calcetines, con valor de 75 mil pesos. Su competidora más cercana era por entonces La Turquía, donde laboraban 60 obreras que fabricaron, en ese año, 144 mil piezas valoradas en 18 mil pesos. Cabe agregar que para 1910 aquella fábrica ya no pertenecía a la Compañía Manufacturera de Puebla, sino a León Rasst, un empresario judío que la bautizó como La Prusia .

Esta fábrica era la más importante en su tipo: en ella laboraban 200 mujeres y 20 varones que producían 300 mil pesos de productos, siendo su capital en giro de 600 mil pesos, y de 72 caballos de fuerza de la potencia eléctrica instalada para accionar sus máquinas .

En 1915 se abrió en la ciudad una nueva factoría de regular importancia (La Gloria), pero pronto fracasó. La industria de tejidos de punto tuvo más bien que aguardar la llegada de los años 20 para conocer un nuevo salto. De este modo, entre 1923 y 1929 se instalaron 8 nuevas fábricas: San Cosme, La Campana, La Aguja, La Libertad, La Joya, La Florida, Águila y la de la empresa Ortega y Abraham. Con excepción de la primera, que dejó de operar al poco tiempo, las siete restantes se sumaron a dos de las que persistían (La Estrella y La Corona).
Entre noviembre de 1926 y abril de 1927, las fábricas activas de esta rama en Puebla produjeron 85 mil docenas de medias y calcetines, y 7,832 docenas de camisetas y calzoncillos. Para su labor contaban con 450 telares circulares; no tenían todavía -según las estadísticas disponibles- ninguna máquina rectilínea ni tricotosa .

En 1932 las fábricas poblanas de géneros de punto ya llegaban a 24, aunque sólo 15 se hallaban entonces activas. De noviembre de 1931 a abril de 1932 elaboraron 364,907 docenas de medias y calcetines, y 508 kilogramos de otros géneros. El equipo de tejido se había ampliado, pues en conjunto tenían 974 máquinas, de las cuales 914 eran telares de tipo circular, 10 tricotosas y 50 de otros distintos sistemas .

A comienzos de 1938 estaban en actividad 29 fábricas, pero había bajado a 819 el número de sus máquinas tejedoras. Doce de estas fábricas producían tan sólo artículos de algodón, y el resto de algodón mezclado con otras fibras, como la artisela, la lana y la seda. Comparadas con muchas fábricas poblanas de la tradicional rama de hilados y tejidos de algodón, las de géneros de punto se caracterizaban por ser muy pequeñas, y en consecuencia de importancia secundaria dentro del conjunto de la industria textil, no obstante su número cada vez mayor.
Una excepción fue La Corona, ya que a diferencia de todas las demás y desde sus mismos orígenes, en sus propias instalaciones producía el hilo que tejía. En 1938 La Corona tenía 2,400 husos y 417 maquinillas de punto, éstas representaban poco más del 50% de todo el equipo de tejido de punto instalado en Puebla. La Corona no sólo era la fábrica más grande en su tipo en la ciudad, sino también la segunda en importancia en el país. Únicamente la superaba La Perfeccionada, fábrica establecida en los entornos de la ciudad de México, la cual contaba con 9,160 husos y 562 máquinas tejedoras en 1938.

Por falta de datos es difícil esbozar el curso de esta rama en Puebla a partir de la década de 1940. En términos generales puede sin embargo decirse que siguieron privando las fábricas de pequeña talla, y que también se registró un proceso de apertura de fábricas numéricamente superior al de las clausuras definitivas. Eso explica el avance cuantitativo de esta rama en la Angelópolis, que a fines de la década de 1980 estaba conformada por unos 65 establecimientos, en algunos de los cuales se fabricaban, además, otros productos textiles diferentes a los tejidos de punto. Considerando que en el Estado de Puebla había en 1989 alrededor de 384 fábricas textiles, se puede deducir que la producción poblana de tejidos de punto la realizaba el 17%, aproximadamente, de la planta total de la industria textil poblana .
(¿?)

viernes, 22 de abril de 2011

TLACOTALPAN "EL JAROCHO PORTEÑO"


Tlacotalpan es una localidad y municipio del sureste del estado de Veracruz dentro de los límites de la Cuenca del Papaloapan, en México. Ubicado en la costa del Golfo de México, es conocido por su tradición pesquera y por los dos festivales anuales de música jarocha.

Puerto fluvial, rodeado e irrigado por el río Papaloapan, que además posee en el municipio los ríos tributarios de San Juan y Tuxpan; cuenta con una extensión de 646.51 Km², relativo al 0.89% del territorio total del estado y se localiza a 90 km del puerto de Veracruz, a 110 km de la ciudad de Tuxtepec, a 203 km de la ciudad de Xalapa, capital del estado y a aproximadamente a 500 km de la Ciudad de México. El centro histórico de Tlacotalpan fue declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1998.

Para aquellos que no deseen perderse de buen espectáculo jarocho porteño, no pueden olvidarse de ir los jueves por la tarde/noche a la plaza principal ("Zócalo") de la ciudad de Veracruz a ver bailar danzón al ritmo de música en vivo, tomar una cerveza en "Los Portales" y escuchar música veracruzana y son montuno, cenar en los cafés de los arcos ambientados con marimba, disfrutar un exquisito churro en la calle Independencia, pasear por el malecón. Si lo que prefiere es la tradición original puramente jarocha, asista a alguno de los famosos "fandangos" en las principales poblaciones ribereñas de la cuenca del Papaloapan y en Tlacotalpan en los días del 31 de enero al 2 de febrero, fechas en que se lleva a cabo la fiesta de la Virgen de la Candelaria y el Encuentro de Jaraneros más grande del mundo. Se zapatea, se canta, se vive.
En esta festividad la virgen es paseada en el río y además se realiza la presentación del Niño en el Templo. Para los Tlacotalpeños, estos días son de verdadera fiesta popular, mezcla de la fe, del huapango, de los sones provenientes del "Encuentro de los Jaraneros", de las regatas en el río, de la comida, de la feria, de la Mojiganga y de la "Pamplonada", pero es el 2 de febrero cuando la Virgen, en su paseo en el río, bendice al puerto y lo protege contra las inundaciones y demás calamidades de su vertiente.

miércoles, 20 de abril de 2011

TLALCOZOLTITLAN Y LOS MURCIELAGOS



La puntualidad es su sello. El sol se ha ocultado entre las montañas guerrerenses que cobijan el poblado de Tlalcozoltitlán. Aquí el viento es suave, pero no cesa. Es la hora precisa en que la madre naturaleza y el murciélago hacen comunión para brindar un espectáculo cargado de excitación y de bullicio.

El atardecer aquí se torna alucinado, cuando un tropel de murciélagos emerge de las tinieblas de una cueva como una lluvia repetida de aleteo interminable y presuroso que pinta de gris oscuro el azul del cielo y se antepone a la blancura de las nubes. Cientos, miles y miles de murciélagos salen de su santuario por espacio de 15 minutos aproximadamente. El primer ejército se dirige hacia el Oeste. Otro más lo hace hacia el Este. Para poder presenciar este espectáculo es necesario que en el ser humano se imponga un absoluto silencio. Que nada perturbe su vuelo hacia otros horizontes.

Para llegar a este lugar uno puede salir de Puebla, de la Ciudad de México y del estado de Morelos. El tiempo en llegar a este punto desde esos lugares no se lleva más allá de dos horas por diversas carreteras. Para internarse en el municipio de Copalillo, cercano a la ciudad de Iguala, se llega a la desviación de Paso Morelos que hace entronque con Huitzuco, hasta llegar al poblado de Tlalcozoltitlán, en donde existen al menos 500 comuneros dispuestos a detonar este novedoso atractivo turístico.

Melecio Soriano Ortiz es originario de este lugar en donde el náhuatl es la lengua que más se habla, y se le conoce como “el místico de la cueva”. Con justa razón. Es quien en los meses más recientes ha servido de guía a grupos de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México que se han internado una y otra vez en los abismos y profundidades del santuario de murciélagos, con el fin de estudiarlos, analizarlos y clasificarlos. Con cascos y demás utensilios propios de la investigación, los científicos han pasado hasta una semana entera en las entrañas de la cueva, que se calcula mide en su interior al menos 12 kilómetros de largo.Una de las misiones tanto de los pobladores de este lugar, como de los científicos de la UNAM, es conservar el santuario, donde ahora se sabe que cohabitan siete especies diferentes de estos mamíferos, de las 140 que hay en nuestro país. Sólo hay cuatro países que tienen más especies que nosotros: Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.Estas siete variedades de murciélagos que conforman su población incluye insectívoros, frugívoros y polinívoros, los cuales juegan un papel muy importante en la polinización y dispersión de semillas de árboles y plantas útiles para el hombre, así también como la de control biológico de insectos nocivos para la agricultura. Es decir, el murciélago es el mejor plaguicida y produce uno de los fertilizantes más ricos que existen en el mundo.Según los lugareños, de mayo a octubre es la mejor época para admirar este espectáculo. Para su conservación, se ha evitado que las personas entren a buscar el excremento del murciélago conocido como guano en sus periodos críticos, que es cuando se da la reproducción y la época de lactancia.

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martes, 19 de abril de 2011

El Quexquémitl


El quexquémitl se trabaja principalmente con telas tejidas en telar de cintura, siguiendo las técnicas milenarias de los pueblos mesoamericanos.
Existen varias maneras de confeccionarlo. La más sencilla es con dos fragmentos cuadrados de tela sobre que se cosen por dos lados de manera que forman un rombo con un hueco para meter la cabeza por él. Otra forma consiste en el uso de dos piezas rectangulares de tela. Los lados menores son cosidos a los lados mayores, de manera que en el centro de ellos quede un orificio para la cabeza. Pero la técnica más complicada consiste en el uso de un solo fragmento de tela tejido en curva —técnica textil única de Mesoamérica—. Este complicado sistema de tejido permite la creación de telas en forma de una herradura, de modo que para formar el quexquémitl simplemente se cosen los extremos.
Los quexquémitl suelen ser trabajados con labores de decoración textil como el bordado, el brocado o la aplicación de otros materiales, dependiendo de la región y el gusto de la tejedora. Aunque hay algunos que se trabajan con telas industriales, las prendas de mayor calidad son las que se trabajan artesanalmente, con materias primas naturales. Los materiales que se emplean para la confección del quexquémitl son variados. El predilecto es el algodón, aunque en la Sierra Norte de Puebla es común el uso de gruesos hilos de lana debido al clima frío de la zona. Los motivos de la decoración también son variados: algunos de ellos tienen origen prehispánico, en especial los geométricos. Hay otros que son más figurativos y finalmente, los que han incorporado la iconografía mestiza.

lunes, 18 de abril de 2011

CIUDAD DE MÉXICO


Comencemos entonces el recorrido por el Centro Histórico.
1. EL ZÓCALO
Este lugar que en 1325 era un islote, rodeado de agua y sede del señorío azteca, es hoy la plaza más importante del país y un símbolo para la nación. Aquí palpita el corazón histórico y comercial de la gran ciudad.
Hasta la Plaza de la Constitución se llega en metro o a pie. Te presentamos algunos datos poco conocidos de este lugar:

* Esta plancha de concreto, que un tiempo fue jardín, mide 240 por 220 y es la tercera plaza más grande del mundo después de Tian´anmen en Pekín y la Plaza Roja de Moscú.

* Fue declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987. En realidad, su nombre es Plaza de la Constitución pero le apodaron Zócalo después de que fue derribada la estatua de Carlos IV, durante la Guerra de Independencia. Como sólo quedó el “zócalo” o pedestal, la gente comenzó a llamarla de esta manera.

*La plaza está rodeada de suntuosos edificios y lugares que narran los periodos históricos de México: desde la época prehispánica, pasando por el colonial, hasta la actualidad.

* Es el sitio elegido para manifestaciones sociales, magnos eventos culturales y artísticos. Aquí, es común ver también a los concheros, bailando con sus plumas y conmemorando día a día, la tradición indígena.

* No te pierdas todos los días el traslado de la bandera del asta hasta el Palacio Nacional a las 18:00.

2. CATEDRAL METROPOLITANA
Es la catedral más grande de Latinoamérica, uno de los templos emblemáticos de la cristiandad en el mundo y obra máxima de la arquitectura colonial en el continente americano. Por tanto, es un lugar obligado para visitar en la Ciudad de México.
*Este lugar narra la historia del México virreinal. La primera piedra la puso Hernán Cortés en 1524 en un acto de gran simbolismo porque la situó justo en el cruce de las calzadas que, desde los cuatro puntos cardinales, conducían al centro espiritual de la capital azteca: el Templo Mayor. Incluso para su construcción se usaron las piedras que habían formado parte del conjunto de la Gran Tenochtitlán hasta antes de su destrucción.

*La ahora iglesia principal de la Arquidiócesis Primada de México está construida con cantera gris, cuenta con cinco naves y 16 capillas laterales con elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos.

*En fin de semana, te recomendamos contratar, a la entrada del templo, la visita guiada por el interior de la Catedral, sus catacumbas y su campanario. Te contarán la historia de las campanas y podrás experimentar un regreso al pasado desde el techo de este majestuoso conjunto arquitectónico.

3. MUSEO DEL TEMPLO MAYOR
En sus ocho salas se exhiben miles de piezas de colección. Una de ellas se encuentra dedicada a la Coyolxauhqui, la Diosa de la Luna.
El 23 de febrero se conmemoran 33 años del descubrimiento de este monolito que hoy puedes observar cómo era hace cientos de años. ¡Un didáctico juego de luces que muestra los colores que originalmente tenía!
¿Sabes cómo la descubrieron? En 1978, un grupo de trabajadores de la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro realizaba trabajos de excavación para colocar un transformador, cuando halló esta importante pieza prehispánica.
Es una verdadera joya abierta de martes a domingo, de 9:00 a 17:00. Está ubicado en las calles de Seminario y República de Guatemala, a un costado de la Catedral.

4. CALLE PEATONAL MADERO
Apenas el 17 de noviembre de 2010, la calle de Madero estrenó cara. Fue cerrada a la circulación de vehículos para ser completamente peatonal. Ahora podrás apropiarte de ella, de la belleza que reúnen sus edificios históricos, comercios y lugares para escuchar música o ver actividades culturales.
Ésta siempre ha sido una de las vías más concurridas y transitadas desde la época colonial. Su traza se debe al español Alonso García Bravo y fue una de las primeras calles de la nueva ciudad española, sobre las ruinas de la antigua México-Tenochtitlán.
Además, Madero es una de las principales entradas al Centro Histórico. Recibe su nombre en honor al ex presidente de la República, personaje fundamental en la Revolución Mexicana.

No puedes dejar de conocer los siguientes sitios de interés:
*La Casa del Marqués de Jaral de Berrio, hoy conocida como Palacio de Iturbide, que fuera hotel después de ser residencia de Agustín de Iturbide. Hoy es el Palacio de Cultura Banamex.

*La Casa de Don José de la Borda, y la Casa de la Condesa del Valle de Orizaba, mejor conocida como Casa de los Azulejos, así como el famoso Convento de San Francisco de Asís, el primero y más grande en el continente americano.

*De la misma época virreinal, se encuentra el Templo de la Profesa o Casa Profesa de la Compañía de Jesús, que sirvió como oratorio de San Felipe Neri, y también un tiempo como Catedral Metropolitana.

*Sobre Madero también se levanta uno de los más emblemáticos edificios de la ciudad. Tal es el caso de la Torre Latinoamericana, construida en la década de los cincuenta, que se convirtió en el más alto de toda la ciudad.
La torre fue levantada en un predio que anteriormente ocupó terrenos del demolido Convento de San Francisco. Ahí, puedes subir al acuario o al último piso y disfrutar de la vista de la ciudad.
Asimismo, resalta por su arquitectura el Templo Expiatorio Nacional o templo de San Felipe de Jesús, a un costado del templo de San Francisco.

5. MUSEO NACIONAL DE ARTE
Este lugar es guardián de colecciones de arte muy importantes y ocupa el local de lo que fue el Antiguo Palacio de Comunicaciones, creado por el arquitecto Silvio Contri en 1904.

El MUNAl Está ubicado en la Plaza Manuel Tolsá donde se exhibe la estatua de Carlos IV conocida como “El Caballito”. El lugar es emblemático y hermoso porque combina los estilos gótico y clásico, con estructuras de hierro. Una belleza que no te puedes perder son sus escaleras semi-circulares.
Frente a este museo vas a encontrar el Palacio de Minería, así como varios restaurantes ideales para recargar las baterías mientras continúas tu recorrido por el Centro Histórico.

6. PALACIO DE LAS BELLAS ARTES
Este recinto es un punto obligado si vienes a la Ciudad de México o si vives en ella. Es uno de los teatros más importantes del mundo y en su interior alberga un pedazo de historia muy importante.
La entrada a este edificio es gratuita. Admira tanto su exterior, como interior, donde encontrarás un espectacular en el techo con el tema de Apolo (dios griego del sol), así como valiosas obras de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Jorge González Camarena, ¡ejemplos del triunfo del muralismo en México!
No dejes de apreciar los revestimientos de mármoles nacionales y extranjeros tanto en los pisos, como en los pilares y pilastras: blanco de Carrara, negro de Monterrey, rojo de Torreón y rosa de Querétaro.

7. GARIBALDI
Para los trasnochadores y amantes del mariachi, éste es un punto obligado de reunión. Se trata de una plaza donde se reúnen todos los días mariachis para ofrecer su música a quien la quiera escuchar. Además, el lugar fue recientemente remodelado y alberga al recién abierto Museo del Tequila.
Aunque cualquier hora es buena para recorrerla, es la noche su mejor momento. Ahí podrás encontrar la cantina Tenampa, famosa por los personajes de renombre que la han visitado.
Si llegas en auto, te recomendamos dejarlo en el estacionamiento subterráneo o bien arribar a ella en metro en la estación que lleva su mismo nombre: Garibaldi.

8. MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Está ubicado en la Plaza de la República y con las fiestas del Bicentenario ahora es una mezcla entre el pasado revolucionario y la actualidad. Lo acaban de remodelar y cuenta con un elevador que te lleva hasta la cúpula, donde encontrarás una cafetería muy moderna y un museo.
Los lunes cierra y los miércoles puedes subir hasta ella sin costo, pero, el resto de los días cuesta $40 pesos y está abierto hasta las 18:00.
Esta obra arquitectónica se creó gracias a que Porfirio Díaz quería un Palacio Legislativo, el cual sería uno de los edificios más suntuosos de la ciudad. Sin embargo, la falta de recursos, a raíz de las luchas revolucionarias, fue imposible continuarlo. Así que, paradójicamente, la causa que impidió su construcción, fue finalmente la que le dio su nombre.

9. PASEO DE LA REFORMA
Es una de las más importantes de la Ciudad de México y tiene su origen durante el Segundo Imperio Mexicano. Se trazó para conectar el Castillo de Chapultepec con el Palacio Nacional. Su construcción estuvo encargada por el Emperador Maximiliano I al ingeniero y militar austriaco Fernando de Rosenzweig.
Como todo en esa época, el paseo se inspiró en los bulevares franceses con amplias arboledas, camellones y glorietas. Hacia finales del siglo XIX, en ambos lados de esta avenida, se construyeron grandes y hermosos palacetes y mansiones de acaudalados y distinguidos personajes de la sociedad mexicana.
Hoy por hoy, esta hermosa avenida, que en 1872 tomó su nombre “Paseo de la Reforma”, ha cambiado sus palacetes por grandes compañías y comercios que a sus lados se han instalado.
Además, el paseo de la Reforma ha sufrido varias remodelaciones hasta convertirse también en un espacio cultural y artístico.

10. BOSQUE DE CHAPULTEPEC
Es el parque más grande dentro de una ciudad y uno de los pulmones más importantes de la Ciudad de México. En él se encuentra el Castillo de Chapultepec con sus recién remodeladas salas que te llevarán al pasado de Maximiliano y Carlota. Este edificio está ubicado en lo alto del Cerro del Chapulín desde donde tendrás una hermosa vista de la ciudad. Es único en su género en América.
También, está el Lago de Chapultepec cuyos alrededores pueden recorrerse con patines, a pie o en bicicleta. Sin duda, lo más recomendable es dar un paseo en lancha y disfrutar de la algarabía particular que ofrece este lugar.
El Zoológico más importante de México se encuentra en Chapultepec y es parada obligada.

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domingo, 17 de abril de 2011

HUARACHE


Nombre con que se designa cierto tipo de sandalia en México, así como en otros países latinoamericanos. El término "huarache" proviene de la voz "kwarachi" de la lengua purépecha o tarasco.

El origen del huarache se remonta al período precolombino, y parece estar emparentado con el cactle o cactli (voces de origen náhuatl). Los huaraches han sido fabricados en Guadalajara, Guanajuato y Yucatán. Tradicionalmente, se ha asociado este tipo de calzado con la vida de campo. Generalmente, los huaraches están hechos con correas de cuero trenzadas y su uso ha sido relegado a campesinos y a frailes de algunas órdenes religiosas como los franciscanos.

Los diseños pueden variar: los hay muy sencillos, para cuya fabricación se usan pocas correas, y muy elaborados, trabajados por talabarteros. En tiempos recientes, los huaraches se han puesto de moda: los jóvenes han vuelto a calzarse con huaraches adornados con motivos que han reavivado el gusto de usar ese tipo de sandalias.
En cuanto a los materiales con que se elaboran las suelas de los huaraches, se cree que los primeros tenían suelas de mecate o baqueta.

jueves, 14 de abril de 2011

TEXCOCO



Un lugar tradicional en todo el país, es reconocido mundialmente por sus Fiestas y Ferias sobretodo la “Feria del Caballo” que se lleva a cabo todos los años en el mes de abril. Esta es la más grande de todas las ferias del Estado y en ella se presenta lo mejor de lo mejor en lo que se refiere a agricultura y ganadería, además de presentar a bellísimos equinos. También en esta feria puede ver artistas de talla nacional e internacional después de ver una buena pelea de Gallos en su Palenque. Las Corridas de Toros pues dicen que después de la Plaza México, si quieres ver buenos carteles es precisamente en Texcoco. Aunque la Feria del Caballo es la más grande, la fiesta principal de Texcoco se celebra el 13 de Junio en honor a San Antonio de Padua; también destacan la del viernes de Cuaresma, en el barrio de San Bernardino y la del Señor de la Presa que se celebra en Mayo - Junio en el parque Molino de flores, todas ellas con danzas de moros y cristianos, pastoras, vaqueros, santiagueros, suchiles, bandas de música de viento, fuegos artificiales y peleas de gallos. El pueblo de Texcoco tiene una muy bella arquitectura pues no es ninguna casualidad que aquí naciera toda una escuela de arquitectura colonial, representada en diversas construcciones y su Catedral es el mejor ejemplo de esta. Otras Iglesias representativas de la arquitectura del siglo XVI son: la Capilla consagrada a la Concepción, de fachada plateresca y la de San Pedro y San Juanico ubicadas en sus respectivos barrios. Pero si pensabas que es lo único que había que ver en Texcoco te equivocas porque también puedes visitar la zona arqueológica de los melones o Palacio de Nezahualcóyotl, ubicada en la calle de Abasolo donde existen los vestigios del aposento que de acuerdo a los historiadores tenía 300 recamaras, 5 patios con jardines y fuentes monolíticas, juego de pelota, oratorio y hasta un tianguis. Y muy cerca de Texcoco se encuentra el lugar donde se dice que el rey Nezahualcóyotl hizo construir, para su recreación, un jardín botánico y un zoológico, considerados como los primeros de Meso América; así como los baños reales, de los que aun se pueden admirar las tinas, una escalinata y vestigios del acueducto que elevaba el agua de los manantiales cercanos. Otro de los puntos interesantes por esta zona es la Universidad Autónoma de Chapingo que en sus paredes presume el mural “Cantos a la Tierra", realizado por Diego Rivera entre los años 1926 y 1927. Coatlinchan es un pueblito muy cercano a Texcoco en él, el visitante puede ir y maravillarse con el Monasterio y la Iglesia consagradas a San Miguel Arcángel, construidos por Frailes Franciscanos en el siglo XVI. En una barranca cercana fue donde se encontró la gigantesca escultura de Tláloc, Dios de la lluvia que luce a la entrada del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México.

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miércoles, 13 de abril de 2011

MÉXICO


La arquitectura en general es de un estilo bastante puro, y hay también edificios de bellísimo orden. El exterior de las casas no está cargado de ornatos. Las barandillas y rejas son de hierro de Vizcaya, y los ornatos, de bronce. En vez de tejados, las casas tienen azoteas. Dos clases de piedras de cantería, la amigdaloide porosa llamada tetzontli, y sobre todo un pórfido con base de feldespato vidrioso y sin cuarzo, dan a las construcciones cierto viso de solidez y aun de magnificencia.

Esta ciudad ha dejado en mí cierta idea de grandeza, que atribuyo principalmente al carácter grandioso que le dan su situación y la naturaleza de sus alrededores, pues no puede darse espectáculo más rico y variado que el que presenta el valle cuando se le contempla desde las torres de la catedral o desde la colina de Chapultepec. Una bella vegetación rodea a esta colina, desde la cual se domina una extensa llanura y campos muy bien cultivados que se extienden hasta el pie de montañas colosales, cubiertas de nieves perpetuas.

La ciudad se presenta al espectador bañada por las aguas del lago de Tezcuco, que rodeado de pueblos y lugarcillos, le recuerda los más hermosos lagos de Suiza. En el valle de México, los únicos monumentos antiguos que llaman la atención por su grandeza, son los restos de las dos pirámides de San Juan de Teotihuacán, consagradas al sol y a la luna y llamadas por los indígenas Tonatiuh Itzacual, casa del sol, y Meztli Itzacual, casa de la luna. La primera tiene en su estado actual una base de 208 metros de lado, y 55 de altura; la segunda es once metros más baja y su base es mucho menor. Los pueblos que los españoles encontraron establecidos en la Nueva España atribuían estas pirámides a la nación tolteca, lo que, siendo así, hace remontar su construcción al siglo VIII o IX, porque el reino de Tollán duró desde 667hasta 1031. Ambas están orientadas de N. a S. y de E. a O. Formaban cuatro pisos, de los cuales hoy no se ven sino tres. En otro tiempo se subía a su cima por una escalera de grandes piedras de sillería; y allí, según cuentan los primeros viajeros, se hallaban estatuas cubiertas de láminas muy delgadas de oro.
Según una tradición india, el interior de las pirámides está hueco; pero como no han sido perforadas transversalmente, es imposible hablar con certidumbre de su estructura interior. Alrededor de ellas hay centenares de pirámides pequeñas ordenadas en calles muy anchas que siguen exactamente la dirección de los paralelos y los meridianos y que terminan en las cuatro caras de las dos pirámides grandes. Parece bastante cierto que estas pirámides pequeñas servían de sepultura a los jefes de las tribus.

Otro monumento antiguo muy notable es el atrincheramiento militar de Xochicalco, al S.S.O. de Cuernavaca, cerca de Tetlama. Es una colina de 117 metros de altura, dividida en cinco terrazas revestidas de mampostería. Las piedras están cortadas muy regularmente y adornadas con figuras jeroglíficas entre las que se distinguen cocodrilos echando agua y, lo que es muy particular, hombres sentados con las piernas cruzadas a la manera asiática. La plataforma superior tiene cerca de 9,000 metros cuadrados, y presenta las ruinas de un pequeño edificio cuadrado que sin duda sirvió de último asilo a los sitiados.

El palacio de Moctezuma estaba donde hoy se halla el del duque de Monteleone, llamado Casa del Estado, en la Plaza Mayor, al S. O. de la Catedral. Se componía de un gran número de casas espaciosas, pero de poca altura, que ocupaban el terreno comprendido entre el Empedradillo, la calle de Tacuba y el convento de la Profesa. Después de conquistada la ciudad, Cortés hizo su palacio en frente de las ruinas del de Moctezuma, donde hoy está el de los virreyes; pero el Gobierno se lo hizo ceder para la Audiencia, y recibió el nombre de Casa del Estado.
Los descendientes de Cortés recibieron en cambio el solar del antiguo palacio de Moctezuma, y allí construyeron el hermoso edificio en que hoy están los archivos del Estado. Cuando el conquistador hizo su primera entrada en la ciudad, el 8 de noviembre de 1519, él y sus tropas se alojaron en un edificio que había habitado el rey Axayácatl, y del cual aún se ven algunos vestigios detrás del convento de Santa Teresa, en la esquina de las calles de Tacuba y del Indio Triste.

Un puentecillo cerca de Buenavista ha conservado el nombre de Salto de Alvarado, en memoria del prodigioso salto que dio Pedro de Alvarado en el desastre de la noche triste de 1 de julio de 1520. Parece que ya en tiempo de Cortés se ponía en duda la verdad histórica de este hecho, que por tradición popular se conserva entre los habitantes de México.

El Puente del Clérigo, cerca de la plaza mayor de Tlaltelolco, se enseña a los extranjeros como el lugar donde cayó prisionero Cuauhtemotzin; pero de las indagaciones que he hecho con el P. Pichardo resulta que el joven monarca cayó en manos de García Holguín en un gran estanque que había entre la Garita de Peralvillo, la plaza de Santiago Tlaltelolco y el puente de Amaxac. Cortés estaba en la azotea de una casa de Tlaltelolco cuando le llevaron al rey prisionero.

Después de la destrucción de Tenochtitlán, Cortés permaneció con los suyos durante cuatro o cinco meses en Coyohuacan, y estuvo perplejo acerca del lugar donde debía reedificar la ciudad, hasta que se decidió por el emplazamiento antiguo. El mercado de México está abundantemente provisto de comestibles, sobre todo de legumbres y frutas. La mayor parte de las legumbres se cultivan en las chinampas, que los europeos llaman jardines flotantes, cuya invención parece venir de fines del siglo XIV. antorcha.net

domingo, 10 de abril de 2011

EL ARBOL DEL TULE-OAXACA



El Árbol del Tule es el árbol con el diámetro de tronco más grande del mundo. Es un ahuehuete con un perímetro de aproximadamente 42 metros y una altura de 40 metros. Se estima que serían necesarias al menos 30 personas con las manos entrelazadas para poder abarcar su tronco y en su sombra caben aproximadamente 500 personas. Su volumen se calcula en unos 816 829 m³, con un peso de aproximadamente 636 toneladas, cuando en 1996 se inició el corte de la madera inerte se produjeron 10 toneladas. Se localiza en el atrio de la iglesia de Santa María del Tule en Oaxaca, México, aproximadamente a 14 km de la capital del estado, Oaxaca de Juárez , sobre la carretera a Mitla.

Su edad real es desconocida, pero según estimaciones es de más de 2.000 años. La leyenda zapoteca sostiene que fue plantado hace unos 1.400 años por Pechocha, un sacerdote de Ehécatl, dios del viento. Se tiende a afirmar que su ubicación es un sitio sagrado, ocupado después por la Iglesia.

Tule significa "Árbol de iluminación". Sus nudos y formaciones naturales visibles en la corteza han generado un número de nombres ilustrativos, apuntados por los locales.
En Santa María El Tule podemos encontrar gran variedad de artesanías propias de la región, comida típica de Oaxaca, trajes regionales, antojitos regionales entre muchas otras cosas. Una de las características principales del árbol del Tule es que en ella los habitantes de la población han encontrado diferentes tipos de figuras como: la cabeza del venado, la cabeza del león, un elefante, cocodrilo, entre muchas otras figuras, que son enseñadas a los turistas por los niños de la comunidad que llegan a aprender el ingles para poder brindarle un mejor servicio a los turistas extranjeros. el segundo Lunes de octubre se celebra el día del Árbol del Tule, este día es dedicado al árbol y tiene su propia fiesta donde acostumbran a quemar castillos de cohetes y luces, también los tradicionales “toritos” o guajolotes que son manejados por los espectadores que emocionados asisten al lugar para poder cargar uno. El árbol del Tule tiene un significado muy especial para todos los habitantes de esta región.

Ahuehuetes famosos en México

Muchos de estos árboles están protegidos como monumentos.
•El llamado árbol del Tule.

•El árbol de la Noche triste bajo el que el conquistador español Hernán Cortés lloró la derrota de una batalla contra los aztecas y la pérdida de casi la mitad de su ejército. Todavía puede observarse este árbol en la calzada México-Tacuba, en la Ciudad de México.

•El Árbol Sagrado en Ocuilán de Arteaga, EdoMex, que recibe a los peregrinos que llegan al santuario de Chalma.

•Los bosquecillos de ahuehuetes plantados por Netzahualcoyotl en los alrededores de Texcoco, entre ellos el ahora Parque Los Ahuehuetes o Parque Nacional El Contador, al suroeste del pueblo de San Salvador Atenco, en el Estado de México.

•El Sabino de San Juan, con casi 4 metros de diámetro, 25 metros de alto y alrededor de 700 años. Está ubicado en Xochimilco, en la Ciudad de México.

•Los ahuehuetes sagrados del bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México.

•Los ahuehuetes de Coyoacán. En el parque "Los Viveros". En el Jardín Hidalgo retoños del de Santa María del Tule, traídos de Oaxaca. En el jardín de Frida Kahlo, cerca de "La Conchita".

•El llamado "El Pino" en Valle de Bravo.

•Los ahuehuetes de "Casa de Campo" en Xalapa, Veracruz.

•El Árbol de Ahuhuete localizado en la localidad de Ahuhuetes del Municipio de Santiago Yaonáhuac, siendo este árbol representativo de dicha localidad y del municipio.

•El ahuehuete ubicado en Teoloyucan sobre una de sus calles,crece con una altura y circunferencia mayor a los de la zona y en su tronco tiene un altar.

•El Sabino Gordo, ubicado en la ciudad de Múzquiz, Coahuila, en medio de una calle, lo que lo ha hecho muy popular en esa ciudad del norte de México; un hotel lleva su nombre, así como varios establecimientos comerciales.

•El Sabino Gordo, que se localiza en la hacienda Espíritu Santo, en General Terán, Nuevo León. Tiene un diámetro de 5.3 metros y una altura de 18 metros. Su edad se calcula en mil años.

wikipedia.

viernes, 8 de abril de 2011

LA PERLA DEL OCCIDENTE DE MÉXICO


Guadalajara Jalisco, la perla de occidente de México, es una ciudad majestuosa, con sorprendentes cualidades, tanto modernas como históricas, que acoge a todos los que la visitan. Como centro turístico, Guadalajara ofrece sorpresas muy placenteras a los visitantes.

Desde principios del siglo XIX se llama en México tapatío al natural de Guadalajara, capital del estado de Jalisco. Respecto del origen del vocablo se han propuesto varias teorías. Tratando de encontrarle un origen náhuatl se ha citado la voz tlapatiotl que, según fray Alonso de Molina, significa "el precio de lo que se compra". La etimología resulta forzada y es dudosa.
Como adjetivo calificativo, Tapatío se asocia el sustantivo jarabe, para designar uno de los bailes más típicos y hermosos de Jalisco... se emplea además para designar cualquier cosa acerca de la cual se quiere hacer notar que es de Guadalajara: El cielo tapatío es muy hermoso, el Seminario tapatío ha sido semillero de obispos, etc". Al paso del tiempo la palabra tapatío (a), entró en la literatura, en la música y en el folclor, tanto aquí en el Estado como en el mundo entero.

es una ciudad de monumentos, parques y flores, fuentes y árboles alineados a lo largo de sus avenidas, una ciudad viva con una sutil atracción que mantiene a quien le visita por primera vez entretenido durante semanas. La historia de Guadalajara data del siglo XVI y la rica herencia del México colonial es evidente por doquier. El área de Guadalajara es conocida como el lugar de nacimiento del mundialmente famoso Mariachi y es también la casa del Jarabe Tapatío. Cerca se encuentra el pueblo de Tequila, todos sabemos o debemos saber, porque es este pueblo tan famoso. Los alrededores de Guadalajara también son conocidos por sus artesanos que producen incontables artículos a mano que son atesorados en todo el mundo.

Las Fiestas de Octubre de Guadalajara, atraen a visitantes de todo el mundo y artistas de todo México celebran eventos culturales y artísticos y ejecutan una amplia variedad de música, así como también presentan exhibiciones artesanales.

Escudo:
Es un escudo de forma española y simboliza la nobleza y señorío de la ciudad; virtudes que la corona española reconoció en los trabajos y peligros que los vecinos de la ciudad habían pasado en la conquista y población de ella. Lo anterior en virtud de que antes que Guadalajara se estableciera de manera definitiva en el Valle de Atemajac (1542), estuvo asentada en tres lugares distintos Nochistlán (1532), Tonalá (1533) y Tlacotán (1535) y sus colonos habían enfrentado grandes carencias y riesgos, entre ellos los embates de los belicosos indios cazcanes, tecuexes y zacatecos.

Esmaltes:
El significado heráldico de lo esmaltes que conforman el escudo de Guadalajara, es el siguiente.

Metales:
•Oro: hacer el bien a los pobres.

Colores:
•Azur (azul): servir a los gobernantes y fomentar la agricultura
•Sinople (verde): luchar por mantener la libertad y la independencia; fomentar el comercio y auxiliar a los huérfanos.
Figuras
•Lanza: tener fortaleza con prudencia.
•Orlas y aspas: premio a la valentía y el triunfo.
•León: símbolo del espíritu guerrero.
•Pino: símbolo de perseverancia. (Wikipedia)

miércoles, 6 de abril de 2011

LENGUAS HABLADAS EN MÉXICO


Las lenguas habladas en México son numerosas, incluyendo las decenas de lenguas indígenas y las lenguas de otras procedencias. México es la nación hispanohablante más poblada del mundo, con sus 112.322.757 habitantes, la mayoría de los cuales habla el idioma español. Constitucionalmente, no existe ninguna declaratoria oficial que haga de esa lengua de filiación latina la lengua oficial del país, que de facto ocupa ese papel. Desde 1992, la Constitución Mexicana define al país como nación "pluricultural", en reconocimiento de los pueblos indígenas. Oficialmente el gobierno reconoce a 65 lenguas y agrupaciones lingüísticas indígenas como lenguas nacionales por la Ley de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas del 2001De esta manera, el español y las lenguas nativas se encuentran en igualdad de condiciones y con la "misma validez en todo el territorio nacional".Así, por ejemplo, a partir del año 2005, el gobierno ha oficializado la traducción del himno nacional a las lenguas indígenas.

La clasificación de las lenguas indígenas habladas en México tiende a agrupar variantes de la misma familia, aun si estas llegan a ser ininteligibles entre sí (por ejemplo, el gobierno reconoce al náhuatl como una sola lengua, aun si las variaciones dialectales que hablan los nahuas de la Sierra de Puebla, y los nahuas de Morelos son significativas). Por ello, algunos lingüistas tienden a elevar esta cifra a más de 100, clasificando a estas variantes como lenguas separadas.

La población hablante de lenguas indígenas en México no es conocida con precisión. El censo del INEGI señala que se trata de alrededor de seis millones de personas, pero el dato corresponde sólo a los mayores de cinco años.
La población étnica indígena fue calculada por la CDI en 12,7 millones de personas en 1995, lo que equivalía al 13,1% de la población nacional en ese año (1995).A su vez, la CDI sostenía que en 1995, los hablantes de lenguas indígenas en el país sumaban alrededor de siete millones. La mayor parte de esa población se concentra en la región centro y sur del país.

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viernes, 1 de abril de 2011

LA MÚSICA DE MÉXICO


Los corridos: El siglo XX comenzó con la influencia de la revolución mexicana, que dio impulso al corrido, que es una forma de comunicar los últimos acontecimientos por medio de tonadas fáciles de memorizar, derivado directo del cantar de gesta y del juglar. Su composición es de carácter popular, compuesta en versos octosílabos con rima 2-4 ó 1- 4. Esta misma fórmula sobrevive hasta hoy en día en la forma de los "narcocorridos", que son cantares en el típico sentido de la palabra, pero con referencia a hechos relacionados con el tráfico de drogas en la frontera norte del México, y también con la vida de migrantes indocumentados en el sur de los Estados Unidos de América.

Música ranchera y de mariachi: Una vez concluida la revolución, la música popular siguió dos caminos diferentes: Por un lado la música campirana o ranchera y de mariachi, que alcanzó un gran auge, con autores como José Alfredo Jiménez. Durante este auge, sus intérpretes alcanzaron fama nacional e internacional. Muchas de las composiciones de esa época fueron populares en los países de habla hispana. Los más importantes intérpretes fueron Lucha Reyes, Lola Beltrán, Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís,Antonio Aguilar, Amalia Mendoza, Luis Pérez Meza y Lucha Villa, cuyas carreras musicales fueron impulsadas por su participación el cine.
Esta vena musical continúa hasta nuestros días, siendo varios los exponentes que han destacado, algunos de forma nacional, como Vicente Fernández y Chayito Valdez y otros de manera internacional, como Miguel Aceves Mejía y María de Lourdes. El bolero: tuvo su esplendor durante la década de los años 50 con compositores como Agustín Lara, Guty Cárdenas y Joaquín Pardavé.

Estos autores gozaron de la difusión en el cine mexicano de esos años, que por su carácter de exportación, hizo llegar sus temas a todos los rincones del mundo hispanoparlante, en voces de intérpretes como Pedro Vargas, Toña la Negra, Emilio, Tuero y toda una constelación de voces que dieron brillo al género. Desde los años 60la música bailable por tradición ha encontrado espacio en la Cumbia, y la Salsa tanto de las grabaciones provenientes del extranjero, tanto de las creadas en el país, fomentando lo que se conoce como la cumbia mexicana y el ambiente sonidero.

LA CUCARACHA: La revolución fue inspiradora de un caudal inagotable de música vernácula. Cantares y corridos rubricaron, invariablemente, la crónica de victorias y derrotas. Fue durante la estancia de las fuerzas villistas en Monterrey Nuevo León cuando surgió un aire popular conocido actualmente en todo el mundo: «La cucaracha». Sin embargo, la canción ya es mencionada en 1883, y posiblemente ya existía hacia 1818. Aunque se especula que podría ser de origen español, no existe una fuente fidedigna para poder afirmar esto con certeza. Existe una historia en la que se hace referencia a Pancho Villa. Según la misma, cuando Pancho Villa viajaba junto con sus guardias en un Ford T, dado que sus brazos y piernas sobresalían por todas direcciones se decía que el vehículo parecía una cucaracha. Por ello, algunos versos de «La cucaracha» hacen referencia a la pandilla y al vehículo de Pancho Villa. El vehículo se encuentra expuesto en el museo Pancho Villa en la ciudad de Chihuahua, México, en el que es posible apreciar los agujeros que hicieron las balas durante el asesinato de Villa ocurrido en 1923.


LA LLORONA: La canción de La Llorona es un famoso son istmeño mexicano, característico del istmo de Tehuantepec (Oaxaca) conocido particularmente por su estrofa "Tápame con tu rebozo, Llorona, Porque me muero de frío" no tiene un autor específico, pero muchos cantantes han creado o copiado versos que convierten a esta canción en una historia de amor y dolor muy representativa de la época Revolucionaria Mexicana, aunque se cree que sus orígenes vienen desde la Época Prehispánica. Junto con La Adelita y La Cucaracha.
La Llorona se convirtió en un canto popular muy utilizado.


LA BAMBA: La Bamba” es una canción tradicional mexicana, con mayor apego al estado de Veracruz. Representa al género musical del son jarocho y es conocida popularmente como el himno de Veracruz. Aunque existe una versión difundida en los medios comerciales popularizada por grupos de rock en los años 60. El son de la bamba dentro de su contexto tradicional es un son de los llamados de pareja para que los baile un hombre y una mujer, hay comunidades donde los bailan de dos o más parejas. El verso que se canta en la bamba es de una temática muy amplia, se cantan versos a las mujeres y sobre situaciones graciosas que suceden en la vida del los jarochos. Se piensa que la canción de la bamba tiene como origen los últimos años del siglo XVII aproximadamente y era una canción que satirizaba los esfuerzos del virrey de México por defender a los ciudadanos del puerto de Veracruz de los piratas, sin embargo estas medidas se tomaron ya cuando era demasiado tarde y era lo que trataba de satirizar el pueblo en sus diversos versos.


México Lindo y Querido: es una canción tradicional mexicana, del género ranchero y mariachi, fue escrita por el moreliano Chucho Monge en 1921, y hecha famosa por Jorge Negrete, es ampliamente conocida entre el mundo Hispanohablante, como canción representativa de México, y en ese país, como canción de orgullo patriota y de nostalgia por la tierra natal.


LA MARCHA ZACATECAS. Es obra del compositor zacatecano Genaro Codina (1852-1901), nacido y muerto en Zacatecas, de oficio cohetero y arpista de afición. El maestro Codina compuso La Marcha Zacatecas en el año de 1892 y fue tocada por primera vez en público en la Primavera de 1893, por la Banda del Estado, que era dirigida por Fernando Villalpando y reforzada por la Banda de Niños del Hospicio, además de una banda de guerra. El mérito de la instrumentación del himno corresponde a Fernando Villalpando. Por su aceptación y frecuente interpretación en actos oficiales, está considerada como el Segundo Himno Nacional Mexicano.

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