"INTENTO RECOPILAR LOS LUGARES DEL MÉXICO EN QUE VIVIERON LOS ABUELOS Y DONDE NACIERON TODOS SUS HIJOS. UN PEQUEÑO HOMENAJE, A AQUÉL GÜAJE QUE EMBARCO CON TAN SOLO CATORCE AÑOS"
lunes, 4 de julio de 2011
LA MUERTE EN MÉXICO
En la Sierra Zongolica, los nahuas saben que cuando las mariposas blancas vuelan sobre los verdes campos de los montes, en la zona central del estado de Veracruz, es el momento de empezar a preparar las ofrendas a sus muertos. Octubre llega, el maíz está a punto de ser cosechado y las flores, nardos y azucenas se entremezclan con las milpas; entonces la ánimas, en forma de mariposas, anuncian su llegada, portando un mensaje que año con año se repite manteniendo así una tradición milenaria.
En Astacinga, al morir un individuo, se le busca un padrino diferente al de bautizo; este “padrino de muerte” baña y viste al cadáver con ropa nueva. Para el velorio, tanto de hombres como de mujeres, los asistentes llevan canastas con flores, cuatro o cinco velas, café y piloncillo, y si es posible una gallina.
Por lo general, todo el pueblo se halla presente y come en la casa del difunto. En el fondo de la sepultura colocan una cruz de madera, encima de ella ponen la caja, de tamaño muy reducido, como ciñendo el cuerpo del difunto; la tumba se cubre con tierra y con flores y sobre ella, se coloca una pequeña cruz de palma. El agua con la que se bañó el cuerpo se coloca en el lugar donde se veló y ahí mismo se pone un bulto con la ropa que se le quitó y el petate donde reposó. Estos objetos permanecen en ese lugar 40 días, y durante ese lapso, cuando una persona visita la casa, primero debe pasar por donde está el bulto y hacer una reverencia, rezar y sahumarlo. Pasado este período se sacan la jícara con agua, el bulto y las flores que quedaron y se entierran.
En Xonamanca tienen la creencia de que los indígenas siempre van al cielo, y colocan en la caja mortuoria pan, un carrizo tapado conteniendo agua y dinero por si le hace falta en el camino.
En Rafael Delgado se busca un padrino de levantada de cruz, aquí también se acostumbraba bañar al muerto; el padrino solamente lo viste y le coloca unos huaraches de penca de maguey; sobre el cuerpo se ponen muchos otros objetos que le sirven al difunto para alimentarse y defenderse en el camino al otro mundo. Una vez colocadas las ofrendas se tapa el cuerpo y se efectúa el velorio. Al regresar del entierro la familia les da de comer a los dolientes: mole, si tiene posibilidades económicas, o sólo tortillas y frijoles si es una familia modesta. En el lugar donde falleció la persona se pone una cruz adornada con flores; el padrino levanta la cruz a los ocho días, al mes y al año de la muerte, y con esta ceremonia termina su compromiso.
La costumbre antigua consiste en levantar la cruz a los 40 días, pero en Xochiohca lo hacen a los nueve, y para esto se busca una madrina o un padrino que lleva una cruz bendecida a la casa del difunto y la coloca en el sitio donde murió; a media noche la recuestan en la pared para llevarla al panteón al día siguiente. Cuando se levanta la cruz de difuntos no se acostumbra hacer fiesta, a menos que hayan sido niños.
Fechas de la tradición nahua:
Antes del 31 de Octubre se arregla el panteón.
31 de Octubre: Víspera de Todos los Santos: a las cuatro de la mañana sacrifican un becerro, a las siete adornan los altares con papel picado y flores. A las diez se hacen rezos en la iglesia. En la noche regresan a la iglesia y se quedan allí hasta el amanecer. A las dos de la mañana se toma café y se comen tamales.
1 de Noviembre: Es el día de la fiesta de “Todos los Santos”. A las cinco de la mañana se queman cohetes y tocan las campanas de la iglesia. A las doce del día empiezan los preparativos en las casas, ponen flores, encienden 4 veladoras en los extremos de la cruz de pétalos y ponen un vaso de agua bendita. Se tocan las campanas las veinticuatro horas. A las tres de la tarde empieza la procesión alrededor de la iglesia, van al panteón y ponen flores, veladoras y ofrendas de alimentos en las tumbas. En la noche todos se encierran en sus casas. A las ocho salen a la calle en dos grupos de diez. Van a rezar de casa en casa con una cruz, una campanita y agua bendita. En cada casa les dan limosnas.
2 de Noviembre: Fiesta de los “Fieles Difuntos”. A las diez de la mañana los cantores rezan en todas las tumbas que les pidan. Cobran por rezo. Se ponen coronas de papel "crepé" mojadas con parafina. Después del medio día van a sus casas comen y beben.
3 de Noviembre: Lavada de olla y lavada de ropa de los santos.
popularte
Magnifico relato, realmente interesante. Me gusta el sentido que dan a la muerte en Mexico, una parte muy importante de la vida, es mi pensamiento.
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