"INTENTO RECOPILAR LOS LUGARES DEL MÉXICO EN QUE VIVIERON LOS ABUELOS Y DONDE NACIERON TODOS SUS HIJOS. UN PEQUEÑO HOMENAJE, A AQUÉL GÜAJE QUE EMBARCO CON TAN SOLO CATORCE AÑOS"
viernes, 14 de octubre de 2011
EL BAÑO DE TEMAZCAL
Las culturas prehispánicas han dejado su legado en cualquier rincón de México. Una de las costumbre más arraigadas en estas civilizaciones era la asepsia. Hoy una tradición mexicana que sigue viva es la del Baño de Temazcal, que no solo limpia el cuerpo del hombre sino que purifica el alma y la mente según los antiguos mexicanos.
Esta tradición tiene milenos de llevarse a cabo, incluso se habla de que el emperador Moctezuma y todos los miembros de su corte se bañaban tres veces al día, cosa que por cierto, a Hernán Cortes y sus hombres les parecía demasiado extraña, pues en algunos códices aztecas se habla de que Cortés y su ejército podían no bañarse en meses.
El Baño de temazcal era una especie de ritual donde un sacerdote guiaba con canticos, rezos, sonidos, una ceremonia en donde se pedía por la tierra, por la curación de algún enfermo, o la larga y sana vida del emperador. El sacerdote a base de hierbas como yerbabuena, sábila y algunas otras purificaban el cuerpo de quienes entraban al temazcal con él, con ramas de árboles o plantas que ellos consideraban curativas. Era una limpia total.
Se dice que empezaba con la aplicación de aceites en el cuerpo, para hidratar el cuerpo y que aguantara el calor del baño, además de que estos aceites penetraban en el cuerpo y con la temperatura alta del baño sacaba lo que el cuerpo no necesitaba, una primera forma de limpiar el cuerpo. Después se dejaba por un periodo de tiempo aproximado de 15 minutos dentro del temazcal a aquel que estuviera tomando el baño y se le pedía que rezara que se tranquilizara y que pusiera su mente en blanco, una vez logrado este estado se había ya purificado también la mente, sin embargo se cree que en algunos casos especiales como con los guerreros se les pedía que gritarán lo más fuerte que pudieran, esto para sacar el estrés con el que llegaban a la ceremonia pues generalmente lo hacía después de una batalla. La siguiente fase era salir del temazcal y recibir un masaje con lo que los músculos del cuerpo se relajaban por completo y finalmente se lavaba el cuerpo en una especie de tina con flores que perfumaran el cuerpo, así la purificación de cuerpo, mente y alma está terminada.
No se sabe a ciencia cierta cómo eran los temazcales en la época prehispánica, pero se piensa que eran muy parecido a los de hoy, que es una construcción de adobe circular, tipo iglú, de unos tres o cuatro metros de diámetro y en su interior una altura de uno sesenta metros aproximadamente. La entrada es de no más de un metro de altura y para entrar hay que hacerlo a gatas. En su interior los hay de piso de tierra o de cemento y algunos con hierbas en el piso y tienen un agujero en el centro, en el que se colocan las piedras calientes y al que se le llama "ombligo de la madre tierra". El temazcal se cierra por completo y uno permanece a oscuras.
Hoy este tipo de baños son tomados con mucha seriedad por muchas personas, incluso se dice que hombres de negocios muy importante en el mundo han utilizado este tipo de relajación. Es común encontrar este tipo de lugares en Catemaco Veracruz o en el Estado de Morelos.
Fuente visitada.
mexicolindoyquerido.com.
Interesante ritual, no lo conocía.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Por qué crees que Hernán Cortes conquistó Mexico?
ResponderEliminarMe apasiona la tierra de la abuela.
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