"INTENTO RECOPILAR LOS LUGARES DEL MÉXICO EN QUE VIVIERON LOS ABUELOS Y DONDE NACIERON TODOS SUS HIJOS. UN PEQUEÑO HOMENAJE, A AQUÉL GÜAJE QUE EMBARCO CON TAN SOLO CATORCE AÑOS"
lunes, 5 de marzo de 2012
EL ARTE RITUAL EN LOS PUEBLOS
En la mayor parte del centro y el sur del país, sobre la reja del atrio y el gran arco de entrada a la iglesia, se colocan enormes "suchiles" de madera cubierta de diferentes materiales. Destacan las arcadas de flores naturales (de allí el nombre de suchil, del náhuatl Xochitl), que ahora pueden ser de papel o de plástico y las de semillas de colores. De pronto las arcadas se extienden hasta el piso para convertirse en las más elaboradas alfombras de flores, aserrín y semillas (los xochipetatl) que arrasa la Virgen en su última procesión por el atrio y la calle.
El Maíz-
El maíz mismo es convertido en adorno y ofrenda de múltiples maneras. Para la bendición de las semillas, las ceremonias de petición de lluvias y las celebraciones de agradecimiento de las cosechas, se hacen manojos con las mazorcas en los cuatro colores sagrados: amarillo, blanco, rojo y negro; tostado, en " palomitas ", se monta sobre estandartes combinados con papel en forma de resplandores, lo que nos recuerda las referencias de Sahagún a los sartales y guirnaldas llamadas momochtll, que se ofrendaban en el segundo mes Tlacaxipehualiztli, y que aún hoy en día se hacen en San Felipe del Progreso, Estado de México, el tercer miércoles de enero.
Aplicando una técnica prehispánica de elaboración, en Pátzcuaro todavía es posible conseguir Cristos de pasta de caña de maíz, material con el que están hechas las imágenes de la Virgen de Talpa y de Nuestra Señora de los Lagos, en Jalisco, y que, como se ha visto, tienen casi 400 años de antigüedad.
Velas y cirios, desde las más sencillas de cebo o de parafina, pasando por las que se adornan en espiral con tiras de papel metálico, hasta las llamadas "escamadas" que son una verdadera filigrana, son llevadas en la mano o colocadas dentro de unos candeleros de barro de hechura especial; también los sahumerios del mismo material, para quemar el copal, son objetos rituales que cobran mayor importancia durante la fiesta de Todos los Santos y Fieles Difuntos.
Epoca prehispánica-
En la época prehispánica, el copal y el papel se consideraron sagrados y alimento de los dioses entre los mexicas, los mayas y mixtecos. No había fiesta en la que no se hiciera uso ritual de ellos. Los papeles más conocidos fueron el que se fabrica de la corteza del árbol de amate y el de fibra de maguey al cual hace amplias referencias Sahagún en los atavíos de los dioses, los sacerdotes, los sacrificados y en las ofrendas.
Una fiesta sin cohetes, castillos pirotécnicos o toritos de petates que lanzan luces sería incompleta. Si bien la pólvora llegó con los españoles, fue inmediatamente incorporada como un elemento ritual de las fiestas, pues se considera que el sonido llama la atención de los santos protectores. Solamente ciertos pueblos o una sola familia eran entrenados en su uso, dada su alta peligrosidad. Destacan Tultepec en el Estado de México y Xaltocan, en Hidalgo.
Adornar es ofrendar, no importa que varios meses de trabajo culminen en la destrucción o consumo de un arte ritual efímero. La belleza y la estética del México antiguo y del actual pervive en el gran respeto que se guarda por la naturaleza y por el convencimiento de que el hombre ha de solicitar y agradecer los frutos de la tierra mediante su trabajo.
Fuente visitada.
mexicodesconocido.com.
Hermoso e interesante.
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