"INTENTO RECOPILAR LOS LUGARES DEL MÉXICO EN QUE VIVIERON LOS ABUELOS Y DONDE NACIERON TODOS SUS HIJOS. UN PEQUEÑO HOMENAJE, A AQUÉL GÜAJE QUE EMBARCO CON TAN SOLO CATORCE AÑOS"
viernes, 15 de marzo de 2013
EL TEQUILA - EL MEZCAL - EL PULQUE.
El tequila-
Originario de los azules campos de Jalisco, el tequila, elegido por nuestros usuarios en redes sociales como la bebida más típica, le ha dado fama mundial a nuestro país y se ha colocado como uno de los grandes embajadores de la cultura mexicana. Considerado por muchos como una de las bebidas alcohólicas mejor manufacturadas del mundo, el tequila posee un proceso de elaboración -con normas de calidad sumamente estrictas- casi tan interesante como su sabor.
Éste se obtiene de la fermentación con levadura y destilación de los jugos de agave azul, a partir de la cocción de las cabezas del agave, las cuales deben tener entre seis y diez años de maduración y que posteriormente son depositados en barricas de madera. El tequila se comenzó a producir a mediados del siglo XVII en una hacienda llamada Cuisillo, y hoy en día existen alrededor de 160 marcas y 12 haciendas que lo producen, dando vida a uno de los productos mexicanos más demandados en el extranjero, el cual posee la prestigiosa etiqueta de denominación de origen.
La población de donde surge lleva su nombre y es un encantador Pueblo Mágico que, entre paisajes agaveros, mariachis y aires provincianos, resguarda leyendas y el secreto de esta mística bebida. Visitando sus tranquilos rincones encontrarás el Museo Nacional del Tequila, el Templo de la Purísima, la Quinta Sauza y el apagado Volcán de Tequila. Además, al ser la producción de este aguardiente el mayor atractivo de la zona, se creó la Ruta del Tequila Express, un recorrido en tren en el que se pueden observar zonas arqueológicas, antiguas casonas y en especial, los bellos campos donde se cultiva el agave.
Esta bebida legendaria contiene en su sabor y olor únicos el pasado prehispánico, la tradición de un pueblo mestizo y un proceso de elaboración que asemeja a una obra de arte. Sin duda, un auténtico “regalo de los dioses”.
El mezcal-
Cuenta la leyenda que un estrepitoso rayo cayó sobre una planta de agave, abriendo y cociendo su centro. Desde la lejanía, los nativos percibieron el penetrante aroma del néctar que emanaba y bebieron con temor el líquido, obsequiado por sus deidades. Así, según el mito, nace el mezcal, elegido por nuestros usuarios como la segunda bebida más representativa de México, la cual recibía la connotación de “llegada del cielo”.
Sin embargo, no fue sino hasta el siglo XVI (cuando los españoles introdujeron el proceso de destilación -legado de los árabes-), que en México comenzaron a fabricarse y beberse alcoholes destilados, entre los que destacan el tequila, el aguardiente y el mezcal. Dentro de éstos, el mezcal es el más producido en el país debido a que cualquier lugar en donde se cultiven los agaves es ideal para su elaboración, dando lugar a sus diferentes clases las cuales dependen del maguey, del clima, de las técnicas de destilación y del recipiente utilizado para fermentar.
El más conocido es el de Oaxaca, de donde se dice surgió la tradición mezcalera, misma que se sirve en su original presentación: un recipiente de barro negro sustentado por una canasta. Aunque esta bebida surge también como medicina tradicional, a lo largo de la historia se le ha dotado de un carácter religioso y ritual, así como un manjar imprescindible en las fiestas de muchos pueblos indígenas del país, el cual se sirve en orden jerárquico y no se puede rechazar.
Sin duda, una tradición líquida que ningún mexicano –o extranjero- puede dejar de probar.
El pulque-
La tradición y la mística que rodea al pulque u octli, la bebida más tradicional del centro de México, surgen de la mitología de la época prehispánica. Este líquido de color blanco y gusto áspero era considerado como un manjar de carácter religioso que sólo podía ser consumido por personas mayores de 52 años y en ocasiones especiales.
El mito describe que el tlacuache -héroe que anteriormente había robado el fuego- también fue quien regaló a los hombres el secreto de la elaboración del pulque. Conocido como el primer borracho, el tlacuache descubrió los efectos del aguamiel fermentado y le enseñó a la humanidad a prepararlo. Dentro de la cosmogonía azteca, Tezcatzóncatl era el dios del vino (o pulque), el cual tenía a 400 sacerdotes consagrados a él. Esta bebida alcohólica se elabora a partir de la fermentación del corazón de maguey o aguamiel mediante el proceso conocido como “raspado”, el cual es realizado por un “tlachiquero”. En éste, cuando el maguey llega a cierta edad, se le extrae el centro, dejando una oquedad que es raspada con un acocote -una especie de cuchara- permitiendo que suelte el dulce jugo. Éste se concentra en el hueco, el cual es absorbido y poco a poco depositado en una vasija llamada “odre” hasta fermentarse, en poco menos de 24 horas.
El pulque fue tan importante durante la Conquista que los impuestos recaudados por su venta y producción fueron uno de los pilares de la economía de la Colonia. Actualmente, esta bebida se sigue produciendo, principalmente en el estado de Hidalgo, donde aún se realizan los ritos y ceremonias de los antiguos pobladores cuando una planta produce aguamiel por primera vez.
Hoy el pulque es muy consumido entre las comunidades rurales que conservan los plantíos de magueyes, heredados por sus ancestros, siendo el producido en Apan el más famoso del país. Desde tiempos de la Colonia, esta bebida se vende y se consume en pulquerías, las cuales han formado parte de las descripciones de costumbristas e historiadores que relatan el folklor y la tradición que rodea a esta bebida que, antiguamente, era un placer ¡sólo disfrutable para los ancianos!
Fuente visitada. mexicodesconocido.com.mx/las-5-bebidas-mas-representativas
No comento que me mareo
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