"INTENTO RECOPILAR LOS LUGARES DEL MÉXICO EN QUE VIVIERON LOS ABUELOS Y DONDE NACIERON TODOS SUS HIJOS. UN PEQUEÑO HOMENAJE, A AQUÉL GÜAJE QUE EMBARCO CON TAN SOLO CATORCE AÑOS"
miércoles, 1 de junio de 2011
JUGUETES MEXICANOS
DISTRITO FEDERAL
La capital del País es un importante centro productor y uno de los más activos distribuidores de juguete popular, a pesar de que es también el mayor receptor de los juguetes importados, con todas las cargas, más negativas que positivas, que esto implica.
Todavía hasta hace dos o tres décadas se producían muchos títeres de barro, de molde antiguo, vestidos con telas de llamativos colores que representan a famosos personajes como Don Juan Tenorio y Doña Inés, charros a caballo, toreros, brujas, cantinflas, muertecitas, que prácticamente desaparecieron con la muerte de los últimos artesanos que los hacían.
Las marionetas de madera, casi también en desuso, formaron parte de un México romántico en las carpas de barriada todavía durante la primera mitad del siglo XX. Otra tradición que se resiste a desaparecer es la confección de muñecas de trapo para las niñas, de diferentes estilos y terminadas con telas de diferentes colores.
Asimismo el artesano oaxaqueño Félix Vázquez Pacheco y su familia conservan en la ciudad de México, la producción de soldaditos de plomo para los niños, así como mueblecitos, trastecitos, fonógrafos, biombos y maquinitas de coser para las niñas, hechos algunos con moldes antiguos y otros con moldes de barro hechos por los propios artesanos. El acabado se da con esmaltes comerciales. Igualmente se hacen jueguitos de té y copitas de plata, plomo, cobre y latón.
Los juguetes de papel y cartón han caído casi totalmente en desuso. Los antiguos caballitos de cartón con ruedas que montaban los pequeños se elaboran por un solo artesano casi exclusivamente para los coleccionistas. Los globos impulsados por aire cliente de muy diversas formas dejaron de producirse. Los rehiletes de papel lustre, los avioncitos de cartoncillo y los papalotes de papel de china de diferentes formas han sido sustituidos por los de plástico. Se conserva sin embargo la producción de espantasuegras de papel y cornetas de cartón con alegorías de papel de china, utilizadas durante las fiestas patrias, época en la que también se elaboran cascos de soldados para los niños.
Se producen juegos de mesa impresos en cartón como: ‘la lotería’, ‘el coyote’, ‘serpientes y escaleras’ y ‘la oca’, que se venden en la calle y en los mercados de la ciudad. Cabe aclarar que existe una larga tradición de diseñar y renovar los personajes de estos juegos, adaptándolos a los personajes populares mexicanos, particularmente los de la “lotería” y la “oca”.
Para la celebración de las ceremonias y fiestas religiosas, se elaboran gran cantidad de juguetes que detallamos en el apartado “Los ciclos de la producción juguetera en México”.
ESTADO DE MÉXICO
El Estado de México es otro de los importantes productores de juguetes populares que tienen una gran difusión en casi todo el país. En Toluca se hacen juguetitos de tejamanil decorado con ingeniosos dibujos y brillantes colores en forma de matracas, sillitas, mesas, camas, trasteros y pajaritos con péndulo de barro; allí mismo se elaboran canastitas de paja de trigo y sus famosos ‘alfeñiques’ o figuras de pasta de azúcar con formas de animales: borreguitos, venados y palomitas así como figuras de madera, cartón y papel sobre el tema de la muerte, destinados para la fiesta de Todos Santos y Día de Muertos.
En Santa María Rayón, pero sobre todo en San Antonio la Isla se producen las perinolas, baleros y trompos torneados en madera y barnizados en diferentes colores más famosos de México. En esta segunda comunidad también se trabajan en hueso, jocosos peines con figuras de sirenas, de puerco, de piernas femeninas, peces y pájaros.
En Ixtapan de la Sal y en Tonatico, comunidades vecinas, se hacen animalitos labrados en madera de naranjo: ratones gatos, marranitos y patos de pulida superficie, suavemente redondeada y sin ningún adorno. A veces tienen los ojos pintados, o bien, se los simulan con incrustaciones de vidrio.
Son famosos los ‘carranclanes’ de tule elaborados en Lerma, que son soldados “revolucionarios”, “Adelitas” y jinetes tejidos en tule, con sombreros de ala ancha, con sus inseparables rifles en la mano y con carrilleras y cananas cruzadas sobre el pecho.
En Metepec, Valle de Bravo y Texcoco se producen alcancías y trastecitos de barro al natural, pintado o barnizado al temple o vidriado. En Metepec se produce además una gran cantidad de juguetes de alcancías zoomorfas en barro negro vidriado: toritos, peces, caballitos, cochinitos, a veces con un gracioso toque ornamental, con pinceladas doradas y en color rojo sobre el hocico. Se elaboran también figuritas para nacimientos en barro al natural o en brillantes colores: amarillos, solferinos, verdes, azules, rojos, morados, que hacen de cada pieza una fiesta encendida.
En Atlacomulco se produce una gran variedad de instrumentos musicales de madera como: las jaranas jarochas, guitarritas, mandolinas, arpas y violines. Unos son manufacturados en tejamanil y pintados con adornos florales y anilinas. Los violines son barnizados y llevan su arco hecho con fibras de lechuguilla, imitando perfectamente a los verdaderos.
popularte/esp
Los juguetes tradicionales han desaparecido aqui también. Cuando les hablo a mis nietos de las peonzas parece que hablo chino.
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