domingo, 27 de noviembre de 2011

FIN DEL MUNDO EN EL CALENDARIO MAYA


26/11/2011 11:44 / MIGUEL ÁNGEL CRIADO

El 23 de diciembre de 2012 no se acabará el mundo, aunque, según el calendario maya, será como una Nochevieja a lo grande. Unos 60 especialistas en esta cultura prehispánica debaten desde mañana las concepciones que tenía este pueblo sobre el tiempo. El fin del año que viene coincide con el cambio de era para los mayas. Los expertos sostienen que la influencia judeocristiana en la cultura occidental, con su milenarismo y querencia por el Juicio Final, explica que tantos vean el Apocalipsis donde sólo hay un cambio de ciclo.
De los aproximadamente 15.000 glifos (textos grabados) recogidos hasta ahora en distintos lugares del área donde floreció la cultura maya, únicamente en dos inscripciones existe la mención del año 2012. Una es el llamado Monumento 6, encontrado en Tortuguero (Tabasco, México). La piedra, grabada en el siglo VII de nuestra era, menciona la bajada a la Tierra del dios o conjunto de dioses Balun Yookte Kuh con el fin del decimotercer ciclo baktun. En el complejo calendario maya, cada uno de estos ciclos se correspondía con algo más de 394 años occidentales. Tras 13 baktunes (unos 5.120 años occidentales), el cosmos se regeneraba, completándose así un ciclo de creación y vuelta a empezar. Y eso es lo que ocurrirá el 23 de diciembre de 2012.
"La concepción actual sobre el fin del mundo parte de la cultura judeocristiana, de modo que, cuando comenzó a descifrarse la escritura maya y se vio que, entre otros aspectos, refería a fines de ciclos, se hizo una interpretación fácil desde la perspectiva del pensamiento occidental, ligando esto a una visión apocalíptica sobre el fin del mundo", explicaron en una nota los investigadores Mario Aliphat y Rafael Cobos, integrantes del comité académico de la Mesa Redonda de Palenque, el foro académico que reúne desde mañana en la ciudad de Chiapas a especialistas en la cultura maya de varios países, incluido España. El encuentro se abrirá con una sesión especial sobre las profecías mayas para 2012.
Ayer, un teletipo de la agencia AP confundió a periódicos de medio mundo y avivó los rescoldos sobre el fin del mundo. En él, se decía que había aparecido otra inscripción con referencias al 23 de diciembre de 2012. En un ladrillo de la pirámide de Comalcalco (también en Tabasco), aparece fragmentada una rueda calendárica, un mecanismo que superponía los tres calendarios mayas: el civil (360 días), el ritual (260 días) y la cuenta larga (5.120 años). En realidad, el ladrillo es conocido desde hace años y está en los alma-cenes del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Peor aún para los agoreros: no está claro que hable del 23 o del 21 de diciembre. Además, podría estar haciendo referencia al pasado y no al futuro. "No hay ninguna razón por la que no pueda ser una fecha pasada, que describa un acontecimiento histórico importante en el período clásico; de hecho, en el tercer glifo del ladrillo parece leerse el verbo huli, el o ella llega", explica a AP el arqueólogo especialista en epigrafía maya de la Universidad de Texas David Stuart. Este tiempo verbal diferencia esta referencia a 2012 de la que aparece en la frase del Monumento 6, donde está en futuro. Esto sirve a Stuart para pensar que "la fecha de Comalcalco es más histórica que profética".
En todo caso, el congreso de Palenque servirá para reconocer la importancia que daban los mayas a la ordenación del tiempo. Además de servirles para organizar su vida, era la base para realizar rituales para que cada nuevo ciclo les fuera propicio. Tan apocalíptico como brindar con cava en la noche de cada 31 de diciembre.

Fuente visitada.
lavozdeasturias.es

viernes, 25 de noviembre de 2011

LA MUSICA MEXICANA


Si por algo se le conoce a los mexicanos en el mundo es por su amor a la música, por eso te traemos la primera entrega de de la serie Breve historia de la música mexicana.
Los indígenas que habitaban estas tierras tocaban algunos instrumentos música que era parte importante de rituales y ceremonias que rendían a sus dioses o durante las batallas donde peleaban.

Los antepasados mexicanos como ahora usaban la música en su vida diaria y una de las civilizaciones que más desarrollo este arte fueron los mayas, donde algunas de las melodías y canciones que ellos crearon aun se escuchan en el sureste mexicano.
A la llegada de los españoles la música mexicana se enriqueció todavía más con el legado no solo de la forma de ver la música sino con la llegada de los instrumentos como la guitarra, el violín, hoy parte fundamental del mariachi además de la lengua española de donde hoy se desprenden bellísimas coplas. Otros instrumentos llegaron después como la trompeta que sin la creatividad e ingenio de los músicos mexicanos nunca hubiera tenido esa importancia dentro de la música de nuestro país pues le dieron un toque de regionalidad que hoy es admirado en todo el mundo.
Es por eso que la cultura y tradiciones mexicanas trascienden y manifiesta con orgullo su música y canciones en otras naciones del mundo, logrando un lazo de amistad con otros países a través de la música.

Fuente visitada.
mexicolindoyquerido.com

lunes, 21 de noviembre de 2011

FESTIVAL DEL CHOCOLATE


Por: México Desconocido.

Vive una deliciosa experiencia culinaria y cultural en el segundo festival dedicado a una de las golosinas más queridas de México, el chocolate. ¡Sólo en la capital de Tabasco!
Nada como un chocolate caliente bien espumoso en tiempos de frío, o una barra para degustar como postre. El chocolate o xocolatl, esa golosina que a tantos nos gusta, tuvo su origen en tierras mesoamericanas, cuando los granos del cacao eran utilizados como moneda, aunque también como ingrediente principal de varias bebidas muy valoradas por los nativos, el concepto de chocolate que los propios españoles trasladaron a Europa.
Una vez conocido en el viejo continente, el chocolate fue admirado y valorado sus propiedades: aroma inigualable, sabor exquisito y valor energético, la mayor parte de ellas provenientes de la semilla del cacao.
Hoy por hoy el chocolate es una golosina de gusto fino considerada una delicia gourmet que figura en muchos eventos de alta repostería. Y es que la elección del cacao para elaborar chocolate, es cada vez más exigente debido a las condiciones de alta humedad y temperatura que este árbol requiere para su crecimiento, justo las que reúne el estado de Tabasco, uno de los estado pioneros en la producción de este grano y que está por dedicarle su segundo festival.
Del 24 al 27 de noviembre se llevará a cabo el 2° Festival del Chocolate de Tabasco y con interesantes actividades en torno al nuestro dulce en cuestión con talleres para niños de grabado en chocolate, catas de chocolate, maridajes, así como conferencias impartidas por especialistas nacionales e internacionales. Además podrás vivir experiencias culturales a través de diversas rutas por la capital tabasqueña y la Ruta del Cacao. ¿Qué más puedes pedir para vivir una experiencia cultural y culinaria en la exuberante capital tabasqueña?

2° Festival del Chocolate
Villahermosa, Tabasco
Del 24 al 27 de noviembre de 2011.

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Por: México Desconocido
El atole es una deliciosa bebida prehispánica. Aquí te damos la receta perfecta para preparlo.
INGREDIENTES PARA EL ATOLE DE CHOCOLATE
Para la espuma del atole de chocolate necesitarás: 1 kilo de cacao, 1 kilo de trigo, 250 gramos de pataxtle (cacao blanco) pelado de la cáscara negra, 150 gramos de canela, azúcar al gusto. Para el atole 1 kilo de masa, agua la necesaria, azúcar al gusto.
PREPARACIÓN
Para la espuma: El cacao se tuesta, se pela y se muele junto con el cacao blanco. El trigo se tuesta por separado hasta que empiece a saltar y se muele por separado. Se vuelve a moler todo junto hasta que quede un polvo fino y se le añade la canela, se moja entonces con agua fría y se comienza a batir con un molinillo para que saque espuma, esta espuma se va apartando con una cuchara y se coloca en otro recepiente, se le va añadiendo más agua fría a la masa y se sigue batiendo y apartando la espuma hasta terminar con la pasta. Se hace el atole blanco y sobre cada taza de atole se coloca la espuma de cacao.
Para el atole: Se disuelve la masa en agua suficiente para que quede un atole aguado, se pone sobre la lumbre a espesar hasta que tome el punto deseado y se le añade azúcar al gusto.
PRESENTACIÓN
Se sirve en tazones hondos con una cuchara para poder tomar la espuma y menearla al gusto.

Fuente visitada.
mexicodesconocido.com

jueves, 17 de noviembre de 2011

LAS BEBIDAS PREHISPANICAS


Las bebidas de origen prehispánico de las que se tiene conocimiento, se obtenían de semillas, frutos, hierbas y plantas.

Las tradicionales y más populares se elaboran con maíz, cacao o maguey. Se preparan de muchas maneras y cambian de nombre de acuerdo a la combinación que de ellos se haga y a la región de origen.

CACAO

El cacao (cacahuaquahuitl) es un arbusto que se cultiva en el Sudeste de México y era tan preciado que se utilizaba como moneda.

Para prepararlo como bebida que conocemos como chocolate (chocolatl), se tostaban las semillas secas de un árbol llamado pochotl, se molían en un metate que debían poner sobre unas brasas para que la pasta no se hiciera chiclosa, se mezclaba con agua y se endulzaba con miel de abeja o de maguey, y solía añadírsele flores o hierbas aromáticas que aparte de sabor, le daban color.El cacao se podía moler con flores de enacaxtli (orejuela), de aroma fuerte y color amarillo encendido.

Los señores, nobles y reyes mexicas, tomaban cacao por la mañana aromatizado con vainilla (tlil xóchitl o flor negra, orquídea que aún se cultiva en Papantla, Veracruz). Para tomarlo se servía en jícaras (xicalli) bellamente decoradas, sobre las que se dejaba caer para hacerlo espumoso.

Si al cacao se le agrega masa de maíz, agua y azúcar o miel se llama champurrado y se bebe caliente. Los indígenas de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz, lo beben disuelto en agua y lo preparan como tablillas o bolas molidas con almendra, canela o azucaradas.

Ahora hay muchas maneras de preparar el chocolate : se disuelve en leche, y lo tomas a la española o a la francesa; pero como sea, no se te olvide espumarlo con molinillo.

BEBIDAS DE MAIZ

Los atoles, (atolli) bebidas hechas con masa de maíz, fueron y aún son, en muchos lugares de México, un alimento básico. Es masa de maíz que se mezclaba con agua y se endulzaba con algún tipo de miel, o se condimentaba con chile. Se preparaba atolli caliente, atolli con miel, con chile amarillo y miel; atolli con harina muy blanca hecha con tequexquitl. La jícara de atole era el alimento matutino para la mayoría del pueblo; era una bebida muy sana, que se podía considerar como un verdadero platillo cuando se le agregaban, frijoles, chile, epazote, y tomate. También se endulzaban con flores aromáticas y frutas con ciruelos, tunas, capulines, piñas y mieles variadas.

POZOL (náhuatl pozolli, espumoso).

Es un alimento sólido que se toma como bebida refrescante y muy nutritiva. Se prepara a partir de nixtamal (maíz, hervido en agua con cal), de la masa resultante se hacen bolas que se fermentan y se dejan reposar tapadas con hojas de plátano (ahora es más común la bolsa de plástico). La bola de masa se diluye en agua para tomarse y se le agregan sal, chiles secos o miel, azúcar; también se le puede agregar cacao. El color del pozol es de acuerdo al tipo de maíz que use, blanco, amarillo, negro (azul en otras regiones) a algunos les gusta preparado con maíz tierno, a otros con el maduro. Esta bebida la forman como alimento básico en su jornada de trabajo o en sus travesías por la selva. Al pozol Maya se le llama sac há (agua blanca). El pozol también se utiliza para combatir la fiebre y curar algunas enfermedades.

MAÍZ GERMINADO (CERVEZA DE MAÍZ)

Teshuino, Sugi o Tesgüino (del náhuatl tecuin, latir del corazón).

Lo toman los grupos indígenas de la Sierra Madre Occidental y cada uno tiene su propia modalidad.

La base es utilizar maíz germinado, molido y cocido. Se pone en ollas de barro hechas especialmente para ello y se deja en reposo por 24 horas para que fermente.

Es un proceso similar al de la fabricación de cerveza, de ahí que algunos la describen como cerveza de maíz, aunque ésta es una bebida opaca y espesa.

Los tarahumaras o rarámuris le agregan, antes de tomarla, una espiga llamada basia’wi, que aumenta su contenido alcohólico y con ello se convierte en batari. Si se toma sin dicha espiga, le llaman sequiki. Para ellos esta la bebida tiene categoría sagrada, y la toman en sus ceremonias religiosas o rituales, en los deportes y otras celebraciones llamadas teshuinadas. Se consume también en fiestas y trabajos de cooperación (tequio), o cuando hay escasez de maíz, y en los entierros para que el muerto esté en paz.

El Teshuino ocasionalmente se prepara con caña de maíz. Esta bebida es más fuerte y se le pueden agregar piñas de agave o hikuri y otras flores, cortezas o yerbas de la región para aderezarla. Se utiliza en el ritual curativo y se aplica por dentro y por fuera para cuarar todos los males, del cuerpo y del espíritu.

Los huicholes lo preparan igual y lo brindan en pago a quienes les ayudan al desmonte, lo beben en las ceremonias y fiestas del pueblo y lo usan como ofrenda que se bendice y reverencia. A diferencia de los rarámuris, los huicholes no lo beben en los entierros, sino que ofrendan un guaje lleno en dirección del poniente, donde queda el camino de los difuntos.

De forma similar lo preparan y lo beben los yaquis, pimas y guarijíos de Sonora; los tepehuanes de Durango y Nayarit y los zapotecas de Oaxaca.

TEPACHE(del náhuatl tepíatl o tepiatan).

Es una bebida de origen prehispánico que se preparaba a base de maíz. Actualmente la más popular se prepara con cáscara de piña y piloncillo; pero ya no lleva maíz.

AGUAS FRESCAS

Todavía en el siglo diecinueve se escuchaba en la calle el pregón de las mujeres que vendían las deliciosas aguas de horchata, limón, piña, tamarindo y chía.

La chía (chiematl) es una semilla muy pequeña que se muele o tritura; para beberse se le agrega agua y se bate mucho para que no se hagan grumos, se deja un rato en el agua para que se esponje y se endulce. Algunas personas le agregan unas gotas de limón; a esta bebida en Nayarit le dicen Bote.

En Chihuahua, al Norte de México, se puede encontrar una bebida que se prepara con capulín y le llaman Huikimo. Para estar muy frescos en Veracruz, se puede tomar verde de xico, una bebida hecha a base de hierbas: anís, mojo, toronjil, hierba del burro; ahora ya se le añade algún aguardiente de caña o de mezcal. ¡Es al gusto!.

La tuba es una bebida refrescante importada, que se naturalizó en Colima y Guerrero. Se hace mediante la fermentación de la savia de la palmera de coco. Se mezcla con jugo de frutas frescas, apio, cebolla, canela y chile. Esta bebida ya destilada, se convierte en un tipo de aguardiente.

Fuente visitada.
popularte

domingo, 6 de noviembre de 2011

LA CHAQUIRA


ceremoniales, camisas, calzones, ceñidores, toquillas para el sombrero, así como aretes, collares, pulseras y jícaras para ofrenda, todo un mundo brillante y colorido en el que son inconfundibles, tanto el origen de cada prenda, como Ia técnica empleada en su aplicación.

En México, Ia chaquira se utiliza de acuerdo con cinco técnicas diferentes. La primera es Ia de Ia chaquira cocida, que se aplica también de cinco diferentes maneras: directamente sobre Ia tela, formando hilos que una vez integrados se aplican a Ia prenda, cocidas entre sí a manera de red, pepenado fruncido y pepenado de hilván. Esta última aplicación y sus modalidades representa Ia producción más cuantiosa. Así, Ias prendas más notables de chaquira aplicada directamente a Ia tela están representadas por Ias blusas de Ia mixteca de Ia costa, Ia camisa y Ia blusa de Ia comunidad otomí de San Pablito, Puebla, Ia blusa de Atzacoaloyan, en Guerrero y Ias que se usan tanto en Ia región de Huejutla, en el estado de Hidalgo como Ias de Chahuatlán, al norte de Veracruz.

La prenda más espectacular ornamentada a base de hilos de chaquira con Ios que se forman figuras sobre Ia tela, fue Ia blusa de Chilac, antigua comunidad popoloca deI estado de Puebla.

Por otra parte, Ios canutillos de los tochemites (tlacoyales), así como Ias toquillas para Ios sombreros de Ios otomís de Ia Sierra de Puebla, Ias pulseras, collares y bolsas de Ios huicholes y Ios pectorales de Ias mujeres cucapás de Ia Baja California, son ejemplos deI cocido entre sí a manera de red. Las blusas de Zoatecpan, Huahuaxtla, Xochitlán y Nahuzontla, en Ia Sierra Norte de Puebla, representan Ias modalidades deI pepenado fruncido y deI pepenado de hilván.

Las cuatro técnicas restantes son eI anudado, eI brocado, eI tejido en gancho y Ias chaquiras pegadas sobre una superficie a base de cera de Campeche. En lo que se refiere a Ia técnica deI anudado, los ejemplos más notables los encontramos en los rebozos y en Ias servilIetas ceremoniales que se hacían, tanto en Urichu, como en Pátzcuaro, Michoacán, así como en el espléndido ceñidor que hasta hace unos 30 años Iucían en días de mercado y en ceremonias especiales los hombres de Ia comunidad de San Pablito, ubicada en Ia Sierra Norte deI estado de Puebla.

EI brocado con chaquira es muy raro, se conocen sólo dos ejemplares, pequeños Iienzos -quizá servilletas- procedentes deI estado de Jalisco que fueron elaborados a mediados deI siglo pasado y que hoy se conservan en colecciones particulares. En cuanto aI tejido en gancho con chaquira, tenemos Ias blusas de Nahuzontla en tanto que Ias jícaras que usan Ios huicholes con fines ceremoniaIes están decoradas con chaquira adherida a una capa de cera fresca figurando con Ias pequeñas cuentas algunos elementos de su cosmovisión.

Si hiciéramos un mapa de Ios lugares donde eI trabajo con chaquira es más frecuente, observaríamos que predomina en eI occidente de México: Coahuila, Chihuahua, Baja CaIifornia, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. En el altiplano central únicamente se emplea en Ia actualidad en Milpa Alta, en el Distrito Federal, para rematar los tlacoyales que se siguen tejiendo en telar de cintura. En cuanto al valle poblano-tlaxcalteca, Ia chaquira únicamente se trabaja en dos lugares, no así en Ia Sierra Norte de Puebla donde hay por lo menos cinco pueblos en los cuales su uso es particularmente significativo. Por último, en Ia región huasteca únicamente Ia encontramos en dos comunidades pertenecientes una a Hidalgo y otra a Veracruz.

Esta distribución ha Ilevado a plantearnos Ia hipótesis de que Ia chaquira, quizá proveniente de Ia India, fue introducida a Ia Nueva España por el Galeón de Manila y que su uso se difundió gracias a Ias famosas ferias que se efectuaban en Acapulco, Tepic, Saltillo y Xalapa. También es posible que por Veracruz, procedentes de Europa y fabricadas en Checoslovaquia, Austria e ltalia, Ias pequeñas cuentas hubieran Ilegado a nuestro territorio probablemente a mediados deI siglo XVII.

La chaquira ya aparece aplicada durante eI siglo XVIII en ornamentos religiosos bordados con toda seguridad en Ios conventos novohispanos y en aquellas obligadas labores femeninas conocidas con eI nombre de "dechados", de Ios que venturosamente se conservan algunos ejemplares, sobre todo de principios deI siglo XIX. No obstante, en ninguno de Ios dos casos citados parece haber intervenido Ia mano indígena. Si bien es cierto que hubo conventos para indias nobles, si estas hubieran conocido eI uso de Ia chaquira Ia habrían aprovechado para fines del culto, dándole a sus obras un marcado sentido religioso distante de la propia iconografía. En el caso de los “dechados” o muestrarios que conocemos donde se empleó la chaquira, se nota en todos ellos un marcado carácter mestizo.

Es posible que, inicialmente, el empleo de la chaquira haya estado circunscrito a las altas esferas coloniales y que, la observación y eventual aprendizaje de su aplicación por parte de la servidumbre, mayoritariamente indígena, fuera el conducto para Ilegar a Ias comunidades de origen. Lo cierto es que el color y el brillo deI entonces novedoso material llamó poderosamente Ia atención deI indígena que gustoso lo incorporó a su atuendo para su lucimiento personal. Hace algunos anos, en Pátzcuaro, Michoacán, doña Refugio Cerda que estaba "empuntando" con chaquira un magnífico rebozo, hizo el siguiente comentario: "fíjate como brillan Ias cuentitas, se parecen a Ias plumas deI pecho deI colibrí". ¿Acaso Ia chaquira sustituyó a Ia pluma en los textiles purépechas?, esto tal vez nunca lo sabremos aunque sí es evidente el parecido en el brillo de ambos materiales.

Mucho podemos especular sobre el uso de Ia chaquira entre los grupos indígenas de México. El tema amerita una investigación sistemática que hasta la fecha no se ha efectuado. El patrimonio etnográfico se va perdiendo a un ritmo alarmante, además en la medida en que algunas materias primas son cada vez más caras, menos frecuente es su uso. La mayor parte de las prendas que ilustran el presente artículo provienen de las colecciones de Ruth Lechuga y muchas de ellas ya forman parte de la historia de la etnografía nacional.

Fuente visitada.
mexicodesconocido.com.

viernes, 4 de noviembre de 2011

TRADICIÓN DE MUERTOS



En el mercado de la capital veracruzana se puede observar, desde mediados de octubre, que en las floristerías empiezan a vender las tradicionales flores de muerto: "moco de pavo", "mano de león" y "alhelí; en muchas panaderías dejan de hacer el pan común y sólo producen pan de muerto.

Las mandarinas, guayabas, tejocotes, naranjas, jícamas y camotes son los de mayor demanda en las verdulerías y fruterías; las velas y cirios de cera se pueden comprar en cualquier tienda, así como candelabros de barro o tronco de palma. No falta tampoco el tradicional papel picado (“papel de China”) en múltiples diseños y colores, desde calaveras hasta figuras de la Virgen de Guadalupe, y las canastas frutales. Otra tradición es la de las calaveras de azúcar o chocolate, que tienen en la frente grabado el nombre de las personas muertas, además de las palomas blancas, los rehiletes y los cestitos de colores.

XANTOLO, LA TRADICIÓN EN LA HUASTECA

La aparición de mariposas blancas en la Sierra Veracruzana, señala el tiempo propicio para montar las ofrendas. En la Huasteca, el Xantolo o culto a los muertos, como se le conoce en la región, y la llorada del hueso son fiestas que se complementa con música y alimentos diversos. Las mujeres hilan flores de cempasúchil y mano de león para colgarlas junto al papel picado; preparan la comida para servirla en ollitas de barro recién cocidas, cubren el techo con frutas tropicales y prenden velas y copal. Los muertos deben encontrar el camino y para ello, se les guía desde el panteón hasta la casa de cada uno, con pétalos de flor de muerto.

Reciben primero a los pequeños, a los angelitos, y les dan sólo tamales de ajonjolí y dulces, mientras les cantan las mañanitas: “...hoy por ser día de los muertos te las cantamos así...” Después, llegan los mayores. A ellos les preparan zacahuil, chocolate con agua, sotol o pulque.

Durante la fiesta se baila la Danza de los coles o disfrazados, que ridiculiza a los amos y poderosos del lugar, encadenados por un diablo que los somete. Los danzantes cubren sus rostros con una máscara de trapo, para que la muerte no los reconozca.

El 29 de octubre se empiezan a matar puercos. Los guajolotes se amarran.

El 30 de octubre se comienza el montaje de los altares para los niños. Por la mañana se corta el tepejilote para adornar el altar y el arco afuera de la casa, hecho de flores de cempasúchil. Se preparan tamales de puerco, gallina y pavo. Además, se pone pan, camote, y frutas. El hombre de la casa es el que coloca las tablas para colocar el altar.

El 31 de octubre se prepara el altar para los adultos. No se puede permitir que los niños estén frente al altar porque los pueden tentar los muertos, como tampoco pueden regañarlos ese día porque se los llevan los muertos.

El 1 de noviembre se montan ofrendas para los padrinos. Los niños llevan mole, tamales y frutas a casa de sus padrinos. La madrina le dice “que no lo hubiera traído” y el niño le responde “mi madre se lo manda y por eso yo vengo”. Le dan café y pan al niño, vacían los trastes y le pueden dar algo de lo que ellos prepararon “para que mi comadre también lo pruebe”.


TRADICIÓN TOTONACA

En Papantla la festividad de los Fieles Difuntos, los que murieron en forma natural, da comienzo desde el 31 de octubre. De ese día hasta el 1 de noviembre llegan las ánimas de los niños (Laqsq’at’án), y del 1 al 2 de noviembre llegan las ánimas de los adultos; se cree que llegan en forma de insectos a comer la ofrenda, porque su olor les despierta el apetito. Por eso se prefiere alimento recién hecho y caliente. En las dos noches se forman grupos de jóvenes para cantar las alabanzas de casa en casa.

El altar donde se coloca la ofrenda (alimentos, bebidas, licores y otros objetos de uso tradicional para las ánimas) se llama pachau. Esta ofrenda tiene una tradición muy antigua y se tiene por norma que las personas deben realizarla cada año, y aquéllas que no lo hagan recibirán un castigo por su falta y por apartarse de las normas sociales y culturales aceptadas por la comunidad.


TRADICIÓN ENTRE LOS NAHUAS DE LA SIERRA DE ZONGOLICA

En la sierra de Zongolica, los nahuas saben que cuando las mariposas blancas vuelan sobre los verdes campos de la sierra, en la zona central del estado de Veracruz, es el momento de empezar a preparar las ofrendas a sus muertos. Octubre llega, el maíz está a punto de ser cosechado y las flores, nardos y azucenas se entremezclan con las milpas; entonces las ánimas, en forma de mariposas, anuncian su llegada, portando un mensaje que año con año se repite manteniendo así una tradición milenaria.


CEREMONIA DE MUERTOS ENTRE LOS NAHUAS DE PAJAPAN

Antes del 31 de Octubre se arregla el panteón. Ese día, víspera de Todos los Santos, se sacrifica un becerro a las 4 de la mañana. A las 7 se adornan los altares con papel picado y flores. A las 10 se hacen rezos en la iglesia. Por la noche se regresa a la iglesia y se permanece en ella hasta el amanecer. A las 2 de la mañana se toma café y se comen tamales.

El 1 de noviembre es el día de “Todos los Santos”. A las 5 de la mañana se queman cohetes y se tocan las campanas de la iglesia. A las 12 de la mañana empiezan los preparativos en las casas, se ponen flores, se encienden 4 veladoras en los extremos de la cruz de pétalos y se pone un vaso de agua bendita. Se tocan las campanas las 24 horas. A las tres de la tarde empieza la procesión alrededor de la iglesia, van al panteón y ponen flores, veladoras y ofrendas de alimentos en las tumbas. En la noche todos se encierran en sus casas. A las ocho salen a la calle en grupos de 10. Van a rezar de casa en casa con una cruz, una campanita y agua bendita. En cada casa les dan limosnas.

El 2 de noviembre, conmemoración de los “Fieles Difuntos”, a las 10 de la mañana los cantores rezan en todas las tumbas que se los soliciten. Cobran por rezo. Se ponen coronas de papel crepé mojadas con parafina. Después de medio día van a sus casas comen y beben.

El 3 de noviembre se lleva a cabo el final de la ceremonia, la lavada de olla y de ropa de los santos.

Fuente visitada.
popularte/esp