"INTENTO RECOPILAR LOS LUGARES DEL MÉXICO EN QUE VIVIERON LOS ABUELOS Y DONDE NACIERON TODOS SUS HIJOS. UN PEQUEÑO HOMENAJE, A AQUÉL GÜAJE QUE EMBARCO CON TAN SOLO CATORCE AÑOS"
domingo, 30 de octubre de 2011
domingo, 23 de octubre de 2011
LOS SABORES DE OAXACA
Por: Beatriz Santos Pruneda.
La cocina oaxaqueña, hermanada a las fiestas y a su calendario, se ha ido enriqueciendo a través del tiempo con una enorme variedad de platillos, y de éstos, los moles representan la expresión más acabada de su refinamiento. Hubo de transcurrir mucho tiempo para que las circunstancias amalgamaran la herencia de latinos y arábigos, traída de España. A partir de la Conquista se inició el matrimonio entre el ajo y el chile mulato; el aceite y el miltomate; el anís y el jitomate; los cacahuates y las almendras tostadas; las hojas de aguacate asadas y la pizca de comino; la mejorana y el chocolate, y la hoja santa y el tomillo. Aunque haya mucho más que mole y eso lo sabemos bien, no puede evitarse estar en una mesa del Mercado 20 de noviembre y pedir un poco de los siete famosos: negro, colorado, coloradito, chichilo, verde, amarillo y mancha mantel. Al probarlos habrás descubierto, sin proponértelo, uno de los íntimos secretos del pueblo oaxaqueño. Por supuesto, las compras en el mercado no pueden fallar. Tu bolsa se llenará de pasta de al menos cuatro variedades de mole, de algunas barras de chocolate, pan tradicional y algunos dulces típicos como el jamoncillo de Juquila, que es una mezcla de piloncillo y corozo.
Busca el puesto de Jaqueline Sánchez, una experta en ingredientes, es de esas personas que no se guardan las recetas, al contrario comparten, como todos los oaxaqueños lo hacen y bien.
Ya que estando en el mercado, nos llevan casi de la mano a probar las aguas frescas de Casilda. Este puesto tiene nada menos que 81 años y es toda una experiencia. Nada más de ver cómo preparan esas bebidas regionales que salen de enormes ollas de barro de 180 litros. En un gran vaso ponen un poco de aguamiel, trocitos de melón, horchata de almendra, tuna batida y para terminar, nuez. Además tienen de chilacayota, horchata de arroz con chía, con kiwi, con guanábana y muchas otras. Platicamos un rato con las nietas de doña Casilda, Berta y Socorro, quienes nos contaron que el busto de su emprendedora abuela está en la Casa de Cultura, junto con otras mujeres importantes de Oaxaca como María Sabina y doña Rosa, quien inventó el fluido con el que se bruñe el barro negro para que brille.
Dando unos pasos, el delicioso olor nos llevó hasta un humeante pasillo. Los tenderetes de carnes, entre ellos el famoso tasajo (corte oaxaqueño de pulpa de res ligeramente salado), no son como en otros mercados, ya que junto a cada uno hay un fogón prendido con una parrilla. Eliges tu carne y ahí mismo te la asan. ¡Imagínate ese olor! También hay chorizo, longaniza y otros cortes. Te lo dan en una canasta con enormes y delgadas tortillas de maíz, hechas a mano, por supuesto, y se puede comer en unas mesitas que están ahí junto. El puesto de Legumbres Michelle te da lo único que podría hacer falta: salsas de todas, aguacate y ensaladas. ¡Una comida completa y apenas era mediodía!
Fuente visitada.
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lunes, 17 de octubre de 2011
PENJAMO HACIENDA DEL CORRALEJO
La palabra Pénjamo significa en lengua tarasca “lugar de sabinos”. El territorio que actualmente ocupa el municipio de Pénjamo tuvo como primeros pobladores a los indios huichiles. Este municipio fue fundado el 12 de noviembre de 1542.
Históricamente, Pénjamo fue asiento de importantes manifestaciones prehispánicas que dieron origen al complejo conocido hoy como “Plazuelas”. Este sitio presenta interesantes rasgos entre los que destacan los patios hundidos; y una interesante serie de petroglifos que suponen una referencia, a manera de pequeñas maquetas, de algunas de las más importantes zonas arqueológicas de la antigua Mesoamérica.
Al estar en este pueblo puedes visitar la Zona Arqueológica de las Plazuelas Conocida también con el nombre de “Casas tapadas”. Plazuelas llama la atención por presentar una gran diversidad de influencias étnicas y por estar edificadas sobre tres laderas separadas por dos bellísimas cañadas.
La Hacienda Tequilera Corralejo Además de su maravillosa arquitectura, la Hacienda Corralejo es la Casa de la Tequilera Corralejo, única tequilera abierta al público. La Hacienda Corralejo fue fundada en 1755 por Don Pedro Sánchez de Tagle, ubicada a un costado de la Estación del ferrocarril de Corralejo. El casco de la Hacienda cuenta con “El Museo del Vino y la Botella”, el cual por su gran variedad de bebidas alcohólicas es el más grande de México. Comprende alrededor de 3,000 botellas y el 99% conserva su bebida original.
Fuente visitada.
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viernes, 14 de octubre de 2011
EL BAÑO DE TEMAZCAL
Las culturas prehispánicas han dejado su legado en cualquier rincón de México. Una de las costumbre más arraigadas en estas civilizaciones era la asepsia. Hoy una tradición mexicana que sigue viva es la del Baño de Temazcal, que no solo limpia el cuerpo del hombre sino que purifica el alma y la mente según los antiguos mexicanos.
Esta tradición tiene milenos de llevarse a cabo, incluso se habla de que el emperador Moctezuma y todos los miembros de su corte se bañaban tres veces al día, cosa que por cierto, a Hernán Cortes y sus hombres les parecía demasiado extraña, pues en algunos códices aztecas se habla de que Cortés y su ejército podían no bañarse en meses.
El Baño de temazcal era una especie de ritual donde un sacerdote guiaba con canticos, rezos, sonidos, una ceremonia en donde se pedía por la tierra, por la curación de algún enfermo, o la larga y sana vida del emperador. El sacerdote a base de hierbas como yerbabuena, sábila y algunas otras purificaban el cuerpo de quienes entraban al temazcal con él, con ramas de árboles o plantas que ellos consideraban curativas. Era una limpia total.
Se dice que empezaba con la aplicación de aceites en el cuerpo, para hidratar el cuerpo y que aguantara el calor del baño, además de que estos aceites penetraban en el cuerpo y con la temperatura alta del baño sacaba lo que el cuerpo no necesitaba, una primera forma de limpiar el cuerpo. Después se dejaba por un periodo de tiempo aproximado de 15 minutos dentro del temazcal a aquel que estuviera tomando el baño y se le pedía que rezara que se tranquilizara y que pusiera su mente en blanco, una vez logrado este estado se había ya purificado también la mente, sin embargo se cree que en algunos casos especiales como con los guerreros se les pedía que gritarán lo más fuerte que pudieran, esto para sacar el estrés con el que llegaban a la ceremonia pues generalmente lo hacía después de una batalla. La siguiente fase era salir del temazcal y recibir un masaje con lo que los músculos del cuerpo se relajaban por completo y finalmente se lavaba el cuerpo en una especie de tina con flores que perfumaran el cuerpo, así la purificación de cuerpo, mente y alma está terminada.
No se sabe a ciencia cierta cómo eran los temazcales en la época prehispánica, pero se piensa que eran muy parecido a los de hoy, que es una construcción de adobe circular, tipo iglú, de unos tres o cuatro metros de diámetro y en su interior una altura de uno sesenta metros aproximadamente. La entrada es de no más de un metro de altura y para entrar hay que hacerlo a gatas. En su interior los hay de piso de tierra o de cemento y algunos con hierbas en el piso y tienen un agujero en el centro, en el que se colocan las piedras calientes y al que se le llama "ombligo de la madre tierra". El temazcal se cierra por completo y uno permanece a oscuras.
Hoy este tipo de baños son tomados con mucha seriedad por muchas personas, incluso se dice que hombres de negocios muy importante en el mundo han utilizado este tipo de relajación. Es común encontrar este tipo de lugares en Catemaco Veracruz o en el Estado de Morelos.
Fuente visitada.
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jueves, 13 de octubre de 2011
LAS MUJERES DE HERNAN CORTÉS
Conoce un poco más de la historia de la Malinche.
Esta era la hija única de un acaudalado cacique mexicano, quien murió siendo pequeña Malintzin. Su madre caso de nuevo, y al nacer su medio hermano, empezó para la niña una vida insoportable, por el mal trato a que la sometía su padrastro, que le tomó una aversión desde que tuvo un hijo propio. Para deshacerse de ella, sin provocar escándalo, la hicieron pasar por una joven doméstica que muriera al servicio de la casa, a la que hicieron suntuosos funerales, haciendo creer a todos que había muerto Malintzin; mientras tanto, ésta era vendida a unos mercaderes de la costa, que las compraron para venderla a su vez como esclava en Xicalanco, Tabasco.
En Tabasco permaneció Malintzin hasta 1519, en que llegó Cortés a esas tierras en son de conquista; era una hermosa joven que, junto con otras veinte fue entregada por el cacique del lugar al conquistador español para congraciarse con él. La muchacha había aprendido la lengua de la región a la perfección, por lo cual fue muy útil a Cortés, con quien iba ya Jerónimo de Aguilar, que hablaba el maya, con lo cual pudo entender a los indios de esas comarcas y a los mismos Mexica. Las indias fueron repartidas entre los capitanes de Cortés, tocando Malintzin, a quines los españoles llamaron La Malinche primero, y luego bautizaron con el nombre de doña Marina, al capitán Alonso. Portocarrero.
Sin embargo, al enterarse, Cortés de lo útil que era Malintzin, la reclamó para sí y desde entonces fue su inseparable compañera, dándole un hijo, que fue el primer mestizo de español e indio, entre los nobles, a quien se llamo Don Martín Cortés, y que más tarde habría de jugar importante papel en la primera conspiración que hubo en México para liberar a la Nueva España de la madre patria, la de los hermanos González de Ávila. Doña. Marina fue sumamente útil a Cortés, por su inteligencia, sagacidad, valor, fidelidad y perfecto conocimiento de las costumbres y lenguas de los pueblos Mayas, costeños del golfo y mexicano.
Cuando Doña Catalina Xuárez, esposa de Cortés, llegó de Cuba a la ciudad de México, siguiendo a su marido, Cortés tuvo que separarse de Doña. Marina, para lo cual la obligó a casarse con el capital Juan Jaramillo, quien algunos años después regresó a España, llevándose consigo a la india, que fue en Europa motivo de gran curiosidad y respeto, mereciendo atenciones de las mejores familias españolas. Allá murió, en España, en fecha y lugar que hasta la fecha se ignora.
Cortés fue procesado por la misteriosa muerte de su primera mujer, doña Catalina Xuárez, siendo el principal sospechoso en un juicio que tampoco vería fin.
Para 1536, ya con el título de Marqués del Valle de Oaxaca, aunque con un poder y una autoridad muy disminuidos, el conquistador se aventura en una nueva expedición, esta vez a las Californias, donde descubre el mar que hoy lleva su nombre.
Viejo y ya con 55 años de edad, el otrora hombre “de buena estatura, rehecho y de gran pecho” regresa a España en 1540 para tratar de arreglar su situación; ahí se entera de que no puede regresar más a la Nueva España hasta que se resuelvan sus problemas de residencia. Así que anda de allá para acá siguiendo a las Cortes itinerantes, hasta que ya casi abrumado por su situación económica empeña sus bienes más valiosos y se refugia en casa de un amigo en Castilleja de la Cuesta, en las cercanías de la ciudad de Sevilla, donde muere el 2 de diciembre de 1547, ya muy enfermo y extenuado por la fatal disentería.
Como ya lo dijimos, el conquistador extremeño no volvió a ver las tierras que con valor y coraje ganó para su rey; sin embargo, sus restos sí volvieron a México, en 1566, para ser depositados en una discreta cripta que actualmente permanece empotrada en una pared de la Iglesia de Jesús, a unos pasos de la actual estación Pino Suárez del Metro, en el Centro Histórico de la ciudad que él mismo conquistó...
Fuentes visitadas.
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miércoles, 5 de octubre de 2011
FERIA DEL CAFÉ Y EL HUIPIL
El Pueblo Mágico de Cuetzalan, en la región cultural del Totonacapan poblano, está listo para celebrar su fiesta más importante: la Feria del Café y el Huipil. ¡Vívela hasta el 9 de octubre!
Del 1 al 9 de octubre, se celebrará esta fiesta con música tradicional y danzas autóctonas como los Quetzales, los Voladores, los Toreadores y los Santiagos. La mayor parte de ellas tienen sus raíces en la cosmogonía indígena con una antigüedad de más de cuatro siglos, son representativas de la región cultural del totonacapan, y se comparten con poblados como Zozocolco en Veracruz.
Si bien es cierto que las diversas danzas efectuadas en honor a San Francisco de Asís, santo patrono de Cuetzalan, son de los principales atractivos de esta fiesta, otro de los momentos importantes de la Feria del Huipil es el nombramiento de la Reina del Huipil, para lo cual participan diversas jóvenes bajo diversas condiciones: hablar náhuatl, ser autóctona y lucir el traje típico de Cuetzalan.
Cabe mencionar que hace varias décadas tanto el café como el huipil poseían sus propias fiestas. La Feria Nacional del Café inició su celebración en el año de 1949, mientras que la Feria del Huipil desde 1962, la primera por ser el café el principal cultivo de Cuetzalan, y la segunda para enaltecer los valores culturales de la región, entre ellos la tradición de la prenda representativa de la mujer indígena. En el transcurrir de los años, ambas fiestas se fundieron en una sola para desembocar en una verbena llena de color y tradición que no puedes perderte en la región del totonacapan poblano.
Fuente visitada.
México Desconocido
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