martes, 17 de mayo de 2011

LEYENDA DEL POPOCATÉPELT


El Popocatépetl es un estratovolcán, y los estudios paleomagnéticos que se han hecho de él indican que tiene una edad aproximada de 730 000 años. Su altura es de aproximadamente 5450 msnm, es de forma cónica, tiene un diámetro de 25 km en su base y la cima es el corte elíptico de un cono y tiene una orientación noreste-suroeste. La distancia entre las paredes de su cráter oscila entre los 660 y los 840 m.
El Popocatépetl ha estado desde siempre en actividad lentamente, a pesar de haber estado, durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX, en reposo. De hecho, en 1991 se inició un incremento en su actividad y a partir de 1993 las fumarolas eran ya claramente visibles desde distancias de alrededor de 50 kilómetros.
Además, existe una gran cantidad de registros desde la antigüedad sobre los periodos de actividad del volcán, e incluso está registrada una erupción en 1927, que fue artificialmente provocada por la dinamitación del cráter para extraer azufre del mismo. La última erupción violenta del volcán se registró en diciembre de 2000. El 25de diciembre de 2005 se produjo en el cráter del volcán una nueva explosión, que provocó una columna de humo y cenizas de tres kilómetros de altura y la expulsión de lava.
En vista de que la lava puede salir por cualquier fisura que se produzca en sus laderas y no sólo por su cráter, es difícil conocer por adelantado cuáles serían las zonas afectadas en caso de erupción. Lo más que se puede decir es que si la lava saliera del lado norte o noreste, o este y sureste, el estado de Puebla se vería afectado. Si saliera del lado sur se vería afectado el estado de México y posiblemente el estado de Morelos, y si saliera del lado oeste y suroeste se vería afectada la región en donde se encuentra la población de Amecameca. El área de la superficie afectada dependerá de la viscosidad de la lava. Como última posibilidad teórica, diremos que si se llenara el cráter con lava, lo que es muy remoto, ésta se desparramaría por el lado noreste, pues hacia esa dirección se encuentra el borde más bajo del mismo.

El primer ascenso registrado a este volcán fue hecho mucho antes de la época del Imperio Mexica en 1289, por los Tecuanipas; el segundo ascenso hecho por los españoles fue dirigido por Diego de Ordás en 1519, para conseguir azufre para su pólvora.
El Popocatépetl ha sido uno de los volcanes más activos de México. Desde 1354 se han registrado 18 erupciones. En 1947 ocurrió una erupción de consideración, para iniciar así un periodo de actividad. Después, el 21 de diciembre de 1994 registró una explosión que produjo gas y cenizas que fueron transportados por los vientos dominantes a más de 25 km de distancia. Actualmente su actividad es moderada, pero constante, con emisión de fumarolas, compuestas de gases y vapor de agua, y repentinas e imprevistas expulsiones menores de ceniza y material volcánico. La última erupción violenta del volcán se registró en diciembre de 2000, lo que, siguiendo las predicciones de científicos, motivó la evacuación de miles de personas en las áreas cercanas al volcán. El 25 de diciembre de 2005 se produjo en el cráter del volcán una nueva explosión, que provocó una columna de humo y cenizas de tres kilómetros de altura y la expulsión de lava.

El volcán, durante el tiempo prehispánico, era una deidad azteca dedicándose un culto exclusivo a la entidad. Hoy día el culto sobrevive en forma minoritaria o simbólica; los guardianes del volcán son llamados temperos del volcán Popocatépetl, quienes se refieren a él como don Goyo o Serafín, personificándolo en un indígena.
Los temperos celebran ritos en los santuarios consagrados a Popocatépetl, aquellos que se encuentran ubicados en las cañadas y zonas boscosas de las faldas del volcán, para solicitar la bendición de la lluvia así como la protección del dios frente al granizo para sus cosechas.



1 comentario:

  1. Si la memoria no me falla lo que dices del año 1519 de Diego de Ordás, es un pasaje en una novela que leí siendo jovenzuelo y que aun releo de tiempo en tiempo. EL DIOS DE LA LLUVIA LLORA SOBRE MEXICO, del húngaro László Passuth.

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