lunes, 6 de junio de 2011

MÉXICO Y SU PLAZA DE TOROS


La Plaza México se construyó gracias al ímpetu del empresario yucateco de origen libanés Neguib Simón. El proyecto inicial era construir lo que sería la Ciudad de los Deportes que incluiría plaza de toros, estadio de fútbol, canchas de tenis y frontón, boliches, cines, restaurantes, arena de box y lucha, alberca, playa con olas, terreno para ferias y exposiciones. Sin embargo, el proyecto sólo alcanzó para construir la plaza y el estadio de fútbol (actualmente Estadio Azul del equipo Cruz Azul, de primera división).

El ingeniero a cargo de la construcción fue Modesto Rolland. Las obras comenzaron el 1 de diciembre de 1944 donde se ubicaba una ladrillera de la colonia Nochebuena. En aquel tiempo el lugar se encontraba en las afueras del DF. Se trata de una colosal obra monolítica de hormigón armado y su ruedo se encuentra 20 metros por debajo de las calles adyacentes. Está rodeado por esculturas del valenciano Alfredo Just.
Durante los siglos XVI y XVII se levantaron plazas de toros con carácter provisional en distintos lugares de la ciudad de México. Fueron de madera y por ello desmontables al concluir los festejos. La primera fija que se construye, llamada Real Plaza de toros de San Pablo, se levanta el año 1788 y se inaugura el 24 de noviembre de 1788. En 1821 un incendio la destruye y en su lugar se erige otra plaza, cuya obra comenzó el 18 de enero de 1851. Fue inaugurada el 23 de noviembre de ese año con el nombre de Plaza de toros del Paseo Nuevo. En virtud de la ley promulgada el 28 de noviembre de 1867, se destruye. Esa Ley prohibía las corridas de toros. Abolida la prohibición en 1887, inmediatamente se construyó la de San Rafael, inaugurada el 20 de febrero de ese año y demolida en 1889. Fue de madera.
Para los aficionados acostumbrados a ver las corridas en el Toreo de La Condesa, ubicada en la colonia Roma, cerca del centro de la ciudad capital, la lejanía del ruedo resultó un punto relevante, además del aparentemente poco taurino diseño y el costo del boletaje. Se hablaba en 1946 que los costos de los boletos para el festejo inaugural nunca habían sido vistos. Una barrera de sombra costaría cincuenta pesos.
La plaza de Toros México contaba con 49 filas además de los palcos. Por ello, en la época se le auguraba un escaso éxito al proyecto por sus magnitudes colosales. En medio de la repulsa general, La Monumental Plaza México fue bendecida por el Arzobispo de México, Dr. Luis María Martínez, quien dio la primera vuelta al ruedo.
Detalles curiosos de la Plaza México.

La construcción de la plaza resulto ser una gran hazaña monumental, que requirió del esfuerzo y voluntad de miles de personas. Don Neguib Simón Jalife fue el empresario visionario que planeó y puso en marcha este proyecto, desarrollado por el ingeniero mexicano Modesto C. Rolland en 1945 siendo la obra más cara hasta esos días.
Esta magna obra monolítica tendría capacidad para 50 000 espectadores y sería (y es hasta el día de hoy) la plaza de toros más grande del mundo.
Su construcción se llevó a cabo en tan solo 180 días, participando para ello en tres turnos al día más de 10 000 trabajadores.
Se requirieron para la cimbra 6 millones de pies de madera y 3 500 carpinteros.
1.500 toneladas de cemento Apasco, 6.000 toneladas de grava y otros materiales fueron procesados en varias plantas revolvedoras para alcanzar un total de 100.000 toneladas vaciadas de concreto.
Se colocaron 22 000 asientos independientes y fueron necesarios 600 hombres y 21 días para retirar la madera de los 20 000 metros cuadrados de superficie.
Miles de yeseros y talladores dieron los toques finales a esta obra.

Una vez concluida la construcción y aun cuando se consideraba innecesario, se realizó una prueba de carga para esta estructura. Mil hombres, colocaron en todos los lugares, 120 mil sacos de arena con un peso de 50 kilos cada uno, esto es 750 Kg. por metro cuadrado, dos y media veces el peso calculado con la plaza llena durante 10 días, comprobando con esto la seguridad arquitectónica de esta magna obra.
Fue el 3 de febrero de 1945 cuando el Sr. Arzobispo de México dio la bendición a esta plaza y menciono aquellas inolvidables palabras, “y que conste que yo le di la vuelta al ruedo antes que Manolete”.
Por fin el 5 de febrero de 1945 se inauguro la Plaza México con aquel inolvidable cartel: Luis Castro "El Soldado", Manuel Rodríguez "Manolete" y Luis Procuna, con toros de "San Mateo"
Hasta el día de hoy, la Plaza México, sigue siendo tan seguro como en aquellos días y las pruebas a las que es sometida regularmente así lo confirman.

Wikipedia

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