Se baila el día de Navidad, el 26 de diciembre, el día de Año Nuevo, el día de la Epifanía y el de la Candelaria. Se ejecuta con un fino sentido de humor: los danzantes realizan movimientos de viejos achacosos y encorvados que se transforman de pronto, en seres ágiles y vigorosos, contrastando con ataques de tos, temblores que provocan caídas y graciosos intentos de sus compañeros por revivir al accidentado. Por lo general, los danzantes consideran al Niño Dios el patrón de los viejos. Se dice que al nacer Cristo, de todas partes del mundo llegaron fieles a adorarlo con ricos regalos; como los viejos del lugar no tenían nada que darle, le ofrecieron la riqueza de su larga vida expresada en una danza.
Cuando el Niño Dios los vio, complacido les dedicó una sonrisa. Una de las mujeres presentes, conmovida por la sonrisa del Niño Dios, se lanzó a bailar y desde entonces, les acompaña la Mariguía o Maringuilla.
Los viejitos van ataviados como los campesinos de esa zona, con camisa de manta blanca y calzones con la parte baja finamente bordada, llevan máscaras de pasta de caña de maíz, madera o barro, con facciones sonrientes de ancianos desdentados, pero con el color sonrosado de la juventud. Son por lo general de rostros dulces y tiernos y con apariencia de “gente decente y humilde”.
Una pareja enmascarada guía el baile. Ellos son el abuelo, Varepiti, y la Maringuilla o Maringuía, representada por un hombre vestido como mujer. Bailan entre dos filas huehues o ancianos. También los acompaña un grupo de payasos, conocidos como los feos. La Maringuilla da pasos muy cortos y muestra un cinto tejido a mano. Los feos imitan la danza y pronto cambian a bailes de estilo moderno; se burlan todo el tiempo de los viejos y los imitan burdamente.
Los feos visten harapos que contrastan con la ropa espléndida de los viejos. Además; los viejos son decorosos mientras que los feos son extravagantes, los primeros son reverentes y los otros, blasfemos. A los payasos también los acompañan el Abuelo Feo o T’arapiti feo, y la mujer de los feos. El comportamiento de esta pareja presuntuosa contrasta con el de los viejos. Éstos nunca le prestan atención a los espectadores, mientras que el grupo de los feos responde con ingenio a la presencia del público e interactúa continuamente con él. Generalmente, el acompañamiento musical es de instrumentos de cuerda, en particular violines.
Fuente visitada. popularte/es
Por el vídeo creo recordar que ya lo habías comentado. De todas maneras es muy simpático
ResponderEliminarGracias Luis. Tienes muy buena memoria, hace tiempo ya colgué algo sobre esta danza.
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