En el suroeste del estado de Guanajuato se encuentran importantes bodegas tequileras que conforman el llamado Circuito del Tequila y que están protegidas bajo el sello de la denominación de origen. A lo largo de esta ruta, se pueden admirar majestuosos plantíos de agave azul y conocer antiguas haciendas que resguardan la cultura de los poblados dedicados a su elaboración.
El recorrido inicia en la comunidad de “Corralejo”, en el rancho El Coyote, un lugar custodiado por la montaña del “lagarto dormido” donde podrás acercarte a las etapas tempranas de un buen tequila. En la tequilera “Corralejo”, famosa por su embotellado azulado, aprenderás sobre cultivo, cosecha, horneado, molienda, fermentación, añejamiento y degustación de esta delicada bebida alcohólica, reconocida como símbolo de la identidad nacional. Siguiendo la ruta establecida, en el camino hacia Pénjamo te toparás con “El Bodegón de la Dolce Vita”, un edificio construido para conmemorar el XV aniversario de la tequilera Corralejo.
Atravesando maravillosos parajes rodeados de cerros llegarás a Pénjamo, ciudad fructífera de la región del Bajío mexicano y famosa zona tequilera de Guanajuato. Un poco más adelante se ubica Cuerámaro donde los agaves dibujan un paisaje diferente “compuesto por colores ocre y verde oscuro”.
La siguiente parada en el Circuito del Tequila es Magallanes, un poblado adornado por hermosas casas de piedra donde podrás aprender sobre el proceso de la plantación, cosecha y elaboración del destilado “Tres Joyas”, que ha conservado la misma técnica de producción de agave por 200 años. En el camino hacia la zona arqueológica de Plazuelas se localiza la tequilera “Real de Pénjamo”, donde se conjuga la tradición con la modernidad. En este espacio podrás ser partícipe de la interesante elaboración del tequila mediante los procesos más novedosos que lo dotan de un exquisito aroma y un delicado sabor.
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