"INTENTO RECOPILAR LOS LUGARES DEL MÉXICO EN QUE VIVIERON LOS ABUELOS Y DONDE NACIERON TODOS SUS HIJOS. UN PEQUEÑO HOMENAJE, A AQUÉL GÜAJE QUE EMBARCO CON TAN SOLO CATORCE AÑOS"
miércoles, 3 de octubre de 2012
LOS ALEBRIJES
El alebrije es una artesanía mexicana de reciente reconocimiento inventada por Pedro Linares López en 1936, hecha de diferentes tipos de papel y pintada con colores alegres y vibrantes. Generalmente representan a un animal imaginario, conformado por elementos fisonómicos de animales diferentes. Los alebrijes son una combinación entre varios animales, no solo fantásticos si no también reales.
Origen de los alebrijes-
En 1936 Linares tuvo un sueño donde vio animales con extrañas figuras y colores, con alas, cuernos, colas, colmillos y demás. Estas esculturas fueron descubiertas por sus primeros clientes, quienes eran maestros pirotécnicos y luego por la cineasta Judith Bronowski, quien dio a conocer a nivel mundial la historia de los alebrijes y al maestro Pedro Linares López, a través de un documental que él mismo produjo y dirigió, cesar haros sandoval creó los alebrijes.
Pedro Linares recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1990 por su gran trayectoria artística y por su creación: los alebrijes. En la actualidad los hijos y nietos de Linares, así como miles de cartoneros más, continúan la tradición familiar creando alebrijes.
A la edad de 30 años, Pedro Linares López, quien era cartonero de oficio y originario de la ciudad de México, enfermó y quedó inconsciente y en un profundo sueño, el cual le revelaría criaturas extrañas que cambiarían su destino como artesano de La Merced Enfermo y sin acceso a médicos que pudieran tratar su enfermedad, sus hermanas trataron de hacer que reaccionara con remedios caseros. No lo lograron, y al final no podían hacer nada más que rezar y encomendarse a los santos por la salud de su hermano.
En cama e inconsciente, Pedro soñaba un lugar extraño e interesante, muy apacible, algo así como un bosque donde había árboles, rocas y animales; podía ver las nubes y el cielo de aquel mágico escenario. Él decía que todo estaba en calma, que no sentía dolor y estaba feliz de estar caminando en ese lugar pero, de repente, las rocas, las nubes y los animales se convirtieron en criaturas extrañas, eran animales que no podía distinguir, ya que eran de una naturaleza muy extraña. Don Pedro vio un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, un león con cabeza de perro. Todos estos animales gritaban una sola palabra: "¡Alebrijes!"; gritaban más y más fuerte: "¡Alebrijes, alebrijes, alebrijes!"
Pedro siguió su camino en aquel fantástico sueño, y al recorrer un camino de piedras vio a un hombre caminando tranquilamente y le pidió ayuda para salir de aquel lugar. El hombre le dijo que él no debía estar en ese lugar todavía y que tenía que caminar más adelante, a unos cuantos metros había una salida. Pedro corrió y corrió hasta que quedó frente a una ventana estrecha, por la cual apenas pudo escabullirse, momento en el que despertó.
En medio de su propio velorio se levantó repentinamente, se escuchó una expresión de asombro entre rezos y exclamaciones al verlo reaccionar de lo que parecía su muerte. Pedro ya estaba totalmente recuperado, y a partir de entonces empezó a recordar su sueño y quería que su familia y todas las personas conocieran a esos animales fantásticos. Aprovechando su habilidad de cartonero, Pedro Linares tomó un pedazo de papel y moldeó esas figuras, las pintó igual que como estaban en sus sueños, y así les dio vida a los alebrijes. Don Pedro Linares a lo largo de su vida mostró su trabajo a mucha gente, mexicanos y extranjeros, y fue invitado a los Estados Unidos y a Europa para exhibir sus alebrijes. Conservó las tradiciones populares que sus abuelos y padres le habían heredado, aportó una invaluable creación al arte mexicano y a las mismas tradiciones populares. Pedro Linares López trabajó jornadas de 16 horas todos los días, hasta un día antes de su muerte, la cual tuvo lugar el 26 de enero de 1992, a la edad de 86 años. Ahora, Miguel Linares, Paula García, Blanca y Elsa Linares continúan la tradición y el trabajo que Pedro les heredó, las extraordinarias piezas reconocidas a nivel mundial: los alebrijes.
Fuente visitada.
Wikipedia
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