La magia de esta ciudad mexiquense se encuentra principalmente en las hábiles manos de sus artesanos que transforman el barro en hermosas piezas que muestran la mezcla de dos culturas y de donde sobresalen los coloridos Árboles de la Vida.
Pero esta fusión intercultural no sólo es palpable en el arte popular, sino también en sus tradiciones y arquitectura.
En el Centro de este Pueblo Mágico se combinan construcciones modernas como el Centro Panamericano de Ecología o la Sede del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense; y edificios coloniales como la parroquia y el convento franciscano erigidos en el siglo XVI -este último adornado con una magnífica fachada barroca, obra de artistas indígenas- y el Templo de Calvario de estilo neoclásico. Metepec también posee cualidades únicas en su gastronomía y en sus bebidas autóctonas, como la garañona, que son posibles de disfrutar en los restaurantes típicos y peñas ubicados alrededor de la Plaza Cívica y en las calles aledañas al centro de la ciudad.
En Metepec hay más de 300 artesanos y 275 familias dedicadas a la alfarería, la principal actividad del municipio. Sobresalen los Árboles de la Vida por su belleza, colorido y significado religioso que desde la antigüedad han dado fama a este Pueblo Mágico y se han extendido en todo el mundo; incluso en el Vaticano hay un Árbol de la Vida monumental dedicado a laVirgen de Guadalupe.
No menos admirables son las figuras fantásticas de santos, jarrones, macetas, vitrales y la talabartería. En algunos barrios como el del Espíritu Santo y Santa Cruz hay corredores y talleres de venta y exposición. En la cabecera municipal está el Corredor Artesanal, mientras que en la Casa del Artesano se exponen las codiciadas piezas premiadas a nivel nacional.
El árbol de la vida más tradicional contiene una serie de imágenes importantes. En la parte superior de la escultura se coloca una imagen de Dios; debajo, las ramas del árbol tienen relación con la creación del mundo en siete días. Otras imágenes características son el sol y la luna, Adán y Eva y los animales, flores y frutos que simbolizan el paraíso. También aparece la serpiente de la historia bíblica en la parte inferior, al igual que el Arcángel Gabriel que expulsó a Adán y Eva del Jardín del Edén. En general, la escultura del árbol se ve algo así como un candelabro. Los árboles se fabrican principalmente para uso religioso y decorativo, aunque aquellos que tienen quemadores de incienso es más probable que sean usados con motivos religiosos.
Los árboles están hechos de barro cocido en hornos de gas a baja temperatura. La mayoría miden entre 26 y 60 centímetros de altura y su creación puede tardar de dos semanas a tres meses. La fabricación de piezas extremadamente grandes puede tardar hasta tres años. Estos árboles varían en tamaño desde miniaturas hasta gigantescas esculturas públicas. La mayoría de los árboles son creados y vendidos por los propios artesanos que han aprendido a elaborarlos de sus padres y abuelos. En las últimas décadas han aparecido variantes de la artesanía.
Muchos árboles tienen un tema único, pero el más común es la dualidad entre la vida y la muerte y la relación del hombre con el mundo natural. Sin embargo, a menudo mantienen los elementos esenciales, como las imágenes de Adán y Eva. Tiburcio Soteno Fernández es uno de los pocos alfareros que crea árboles con temas completamente ajenos al Jardín del Edén; muchos de ellos presentan la historia de un lugar o persona famosos y son fabricados sobre pedido. Sus trabajos han aparecido en colecciones temporales y permanentes en países como Escocia, Estados Unidos, Canadá, Italia y Francia. Sin embargo, los puristas insisten en que los árboles que no representan el Jardín del Edén no pueden considerarse verdaderos árboles de la vida.
Fuente visitada.
mexicodesconocido.com
Wikipedia.
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