La ocupación humana más antigua en el territorio del actual Xochimilco data del período preclásico superior.
Durante el período clásico, buena parte de la población se concentró en la ciudad de Teotihuacan, al noreste del lago de Texcoco, por lo que el territorio xochimilquense quedó prácticamente despoblado, y sometido a la esfera política de la Ciudad de los Dioses.
La tribu de los xochimilcas fue una de las migrantes que penetraron en el corazón de Mesoamérica entre los siglos X y XIV. Ellos fueron quienes en el siglo X edificaron el centro ceremonial de Cuailama, A partir de entonces se extendieron por la ribera sur del lago de Xochimilco, las islas de Tláhuac y Míxquic, hacia la sierra de Ajusco-Chichinauhtzin.
El arqueólogo Eduardo Noguera, en su informe "Exploraciones estratigráficas en Xochimilco, Tulancingo y Cerro de la Estrella", también nos relata cómo los xochimilca fueron fundadores de pueblos, antes de su asentamiento en el sur de la Cuenca de México:
Al llegar al Distrito Federal y tras un largo recorrido por todas las márgenes del lago se establecen en la planicie de Cuauhilama. Ésta última localidad corresponde al actual pueblo de Santa Cruz Alcapizcan, en las faldas del cerro Cuauhilama, en donde se encuentran los petroglifos que han sido descritos en varias publicaciones, finalmente se establecieron en Xochimilco en 1156.
En 1378 los Xochimilcas fueron sometidos por los mexicas al gobierno de Tenochtitlán, los xochimilcas fueron obligados a aportar mano de obra para la construcción de la capital mexica, y de numerosas obras urbanísticas, especialmente en el acueducto de Chapultepec, la calzada de Iztapalapa y el albarradón de Nezahualcóyotl.
Durante la Conquista de México, Hernán Cortés entregó Xochimilco, sus tierras y población a Pedro de Alvarado permaneciendo así hasta su muerte en 1541.
Felipe II de España elevó a la categoría de ciudad al pueblo de Xochimilco en 1559. Fue llamada "Noble ciudad de Xochimilco".
Luego de la independencia Xochimilco pasó a formar parte del estado de México. Su actividad principal seguía siendo la agricultura, cuya producción se transportaba en trajineras desde las chinampas hasta los principales mercados de la ciudad de México, como La Merced y Jamaica.
Durante la Revolución Mexicana, Xochimilco fue ocupado por grupos de todas las facciones que intervinieron en la guerra. En 1911, los zapatistas penetraron al territorio del Distrito Federal provenientes del estado de Morelos, pronto ocuparon varias poblaciones de la municipalidad de Xochimilco, incluida su cabecera, que fue incendiada.
Al año siguiente, Emiliano Zapata y Francisco Villa firmaron el Plan de Xochimilco.
En 1968 como parte del equipamiento de México para la recepción de los juegos olímpicos de ese año, el canal de Cuemanco fue convertido en parte de la Pista Olímpica de Canotaje Virgilio Uribe.
La conurbación física y definitiva de Xochimilco a la ciudad de México ocurrió en las últimas tres décadas del siglo XX.
Durante el período clásico, buena parte de la población se concentró en la ciudad de Teotihuacan, al noreste del lago de Texcoco, por lo que el territorio xochimilquense quedó prácticamente despoblado, y sometido a la esfera política de la Ciudad de los Dioses.
La tribu de los xochimilcas fue una de las migrantes que penetraron en el corazón de Mesoamérica entre los siglos X y XIV. Ellos fueron quienes en el siglo X edificaron el centro ceremonial de Cuailama, A partir de entonces se extendieron por la ribera sur del lago de Xochimilco, las islas de Tláhuac y Míxquic, hacia la sierra de Ajusco-Chichinauhtzin.
El arqueólogo Eduardo Noguera, en su informe "Exploraciones estratigráficas en Xochimilco, Tulancingo y Cerro de la Estrella", también nos relata cómo los xochimilca fueron fundadores de pueblos, antes de su asentamiento en el sur de la Cuenca de México:
Al llegar al Distrito Federal y tras un largo recorrido por todas las márgenes del lago se establecen en la planicie de Cuauhilama. Ésta última localidad corresponde al actual pueblo de Santa Cruz Alcapizcan, en las faldas del cerro Cuauhilama, en donde se encuentran los petroglifos que han sido descritos en varias publicaciones, finalmente se establecieron en Xochimilco en 1156.
En 1378 los Xochimilcas fueron sometidos por los mexicas al gobierno de Tenochtitlán, los xochimilcas fueron obligados a aportar mano de obra para la construcción de la capital mexica, y de numerosas obras urbanísticas, especialmente en el acueducto de Chapultepec, la calzada de Iztapalapa y el albarradón de Nezahualcóyotl.
Durante la Conquista de México, Hernán Cortés entregó Xochimilco, sus tierras y población a Pedro de Alvarado permaneciendo así hasta su muerte en 1541.
Felipe II de España elevó a la categoría de ciudad al pueblo de Xochimilco en 1559. Fue llamada "Noble ciudad de Xochimilco".
Luego de la independencia Xochimilco pasó a formar parte del estado de México. Su actividad principal seguía siendo la agricultura, cuya producción se transportaba en trajineras desde las chinampas hasta los principales mercados de la ciudad de México, como La Merced y Jamaica.
Durante la Revolución Mexicana, Xochimilco fue ocupado por grupos de todas las facciones que intervinieron en la guerra. En 1911, los zapatistas penetraron al territorio del Distrito Federal provenientes del estado de Morelos, pronto ocuparon varias poblaciones de la municipalidad de Xochimilco, incluida su cabecera, que fue incendiada.
Al año siguiente, Emiliano Zapata y Francisco Villa firmaron el Plan de Xochimilco.
En 1968 como parte del equipamiento de México para la recepción de los juegos olímpicos de ese año, el canal de Cuemanco fue convertido en parte de la Pista Olímpica de Canotaje Virgilio Uribe.
La conurbación física y definitiva de Xochimilco a la ciudad de México ocurrió en las últimas tres décadas del siglo XX.
En 1987 la zona de las chinampas fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.