SANTA CATARINA, UNA DE LAS PARROQUIAS MÁS ANTIGUAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO-
Aún estaba vivo en la memoria de muchos indígenas el recuerdo del sititio impuesto por las tropas de Hernán Cortés a Tenochtitlán entre mayo y agosto de 1.521. Habían transcurrido apenas 15 años de la caída de la antigua ciudad mexica, cuando los primeros pobladores españoles empezaron a planear la construcción de un hospital con una capilla dedicada a Santa Catarina Virgen y Mártir.
LAURO E.ROSELL, señala en su libro (Iglesias y Conventos Coloniales de México- 1.979-), que el 12 de enero de 1.537 el Cabildo autorizó la construcción del hospital y capilla de Santa Catarina Mártir en un solar ubicado en la “acequia puesta de la otra parte del monasterio de Santo Domingo… en el camino que va al Teanguez de Tatelulco”. Es la esquina que hoy forman las calles de Brasil y Nicaragua, en el barrio de Lagunilla, en el centro histórico de la ciudad.
Ambos edificios se inauguraron en 1.538, cuando era obispo de México fray Juan de Zumárraga. 30 años después, en 1.568, por órdenes del entonces obispo fray Alonso de Montúfar, la capilla quedó erigida en parroquia “en virtud de que ya era muy populoso el vecindario que habitaba esa barriada”, convirtiéndose en la tercera parroquia de la ciudad. Este primer edificio ya no existe. Rosell consigna que la capilla se tuvo que reedificar porque se deterioró seriamente con la inundación que sufrió la ciudad en 1.629. La nueva se inauguró el 22 de enero de 1.662. En el siglo XVIII se derribó ésta y se erigió otra más que se abrió el 21 de febrero de 1.740. Según el autor quedó mucho más amplia que la primera, bien decorada y suntuosa: “sólo el altar mayor costó más de 14 mil pesos”.
De acuerdo con información documental de la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de CONACULTA, su fachada “representa un monumento interesante del arte mexicano de 1.680 a 1.690”. Es de estilo barroco sobrio y está labrada en cantera. Tiene dos cuerpos: en el primero está un arco de medio punto que rodea el portón; en el segundo un nicho enmarcado por estípites con la escultura de Santa Catarina, cuya base tiene grabado el año 1.667.
LAURO E.ROSELL, señala en su libro (Iglesias y Conventos Coloniales de México- 1.979-), que el 12 de enero de 1.537 el Cabildo autorizó la construcción del hospital y capilla de Santa Catarina Mártir en un solar ubicado en la “acequia puesta de la otra parte del monasterio de Santo Domingo… en el camino que va al Teanguez de Tatelulco”. Es la esquina que hoy forman las calles de Brasil y Nicaragua, en el barrio de Lagunilla, en el centro histórico de la ciudad.
Ambos edificios se inauguraron en 1.538, cuando era obispo de México fray Juan de Zumárraga. 30 años después, en 1.568, por órdenes del entonces obispo fray Alonso de Montúfar, la capilla quedó erigida en parroquia “en virtud de que ya era muy populoso el vecindario que habitaba esa barriada”, convirtiéndose en la tercera parroquia de la ciudad. Este primer edificio ya no existe. Rosell consigna que la capilla se tuvo que reedificar porque se deterioró seriamente con la inundación que sufrió la ciudad en 1.629. La nueva se inauguró el 22 de enero de 1.662. En el siglo XVIII se derribó ésta y se erigió otra más que se abrió el 21 de febrero de 1.740. Según el autor quedó mucho más amplia que la primera, bien decorada y suntuosa: “sólo el altar mayor costó más de 14 mil pesos”.
De acuerdo con información documental de la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de CONACULTA, su fachada “representa un monumento interesante del arte mexicano de 1.680 a 1.690”. Es de estilo barroco sobrio y está labrada en cantera. Tiene dos cuerpos: en el primero está un arco de medio punto que rodea el portón; en el segundo un nicho enmarcado por estípites con la escultura de Santa Catarina, cuya base tiene grabado el año 1.667.
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