Santa Catarina Virgen y Mártir
Fue en febrero de 1931 cuando se le declaró a este inmueble como Monumento Artístico.
Un grupo de religiosos establecieron una cofradía bajo la advocación de Santa Catarina Virgen y Mártir, por lo que pensaron construir una casa que sirviera de hospital con su respectiva iglesia. Todo esto pasaba en 1536.
El 12 de enero de 1537, las autoridades les otorgaron un solar cerca del monasterio de Santo Domingo; el estreno de lo que en principio era una pequeña capilla fue al año siguiente para que 30 años después, se convirtiera en parroquia en virtud de lo populoso del barrio.
Ubicada en lo que son hoy las calles de Nicaragua y Brasil, en pleno Centro Histórico del Distrito Federal, esta parroquia se deterioró severamente con un inundación ocurrida en 1629.
Por lo anterior, fue necesario reedificarla. Doña Isabel de la Barrera, mujer de Don Simón de Haro fue determinante en el proyecto gracias a sus aportaciones económicas. Se abrió al culto público en enero de 1662.
Empero, a los pocos años fue derrumbada: circularon dos argumentos para dicha acción: uno en el sentido de que no era lo suficientemente amplia para los feligreses, y la otra que carecía de la solidez necesaria en sus cimientos, por lo que era peligrosa y podría caer de un momento a otro. Lo cierto es que se erigió un nuevo inmueble que se abrió a los feligreses en febrero de 1740.
Su fachada es un matiz de la transición entre la severidad del barroco español y los inicios de la llamada churriguería mexicana, misma que se manifiesta en la pequeña puerta lateral. Esta puerta principal se halla orientada hacia el poniente y está encuadrada entre cuatro pilastras estriadas.
El templo es de planta en forma de cruz latina, limitada con muros de mampostería de tezontle, con piso de madera en las capillas laterales y de mosaico hasta el presbiterio. La cubierta es de bóveda de cañón seguido con lunetos y el crucero está cubierto con una cúpula octagonal con su propia linternilla.
En ambos lados del crucero hay dos altares de madera que en sus extremos tienen dos pilastras; en la parte del centro hay dos columnas unidas por un arco de clave adornada e interrumpida por impostes.
Pilares empotrados se ubican en los muros laterales, con semi-columnas con capiteles y cornisas de orden Toscano, que se prolongan de modo ojival en los arcos torales.
Respecto al altar mayor, éste se sostiene con el cimborrio con seis columnas con capiteles dorados de orden Corintio. Junto se puede admirar la capilla dedicada a la Virgen del Rayo.
El inmueble comprende la capilla mayor denominada de "La Preciosa Sangre", junto con otras dos conocidas como de los "Dolores" y del "Sagrado Corazón de Jesús.
Del segundo cuerpo de la iglesia, presenta un nicho aconchado ocupado por una escultura de piedra de Santa Catarina, montada en un pequeño pedestal. Más arriba, se encuentra una ventana rectangular entre otras dos ventanas elípticas y corona la fachada, un perfil curvo que tiene como remate un reloj público.
En el ángulo sureste del inmueble, se yergue la torre sobre la base alta rectangular con dos campanarios que tienen vanos en sus cuatro costados, con un cupulín con una cruz.
El atrio se extiende hacia el costado sur y está limitado por una verja de hierro, colocada sobre un rodapié de piedra, que a su vez está sostenido en tramos por pequeñas columnas equidistantes.
Fue en febrero de 1931 cuando se le declaró a este inmueble como Monumento Artístico.
Sin embargo no todo es color de rosa en la historia de esta parroquia; en 1933 fueron detectadas dos inclinaciones: una de sur a norte y otra de poniente a oriente, además de un hundimiento en el muro norte por el gran peso de la cúpula.
Debido a lo anterior, se han realizado obras de conservación casi permanentemente, ya que en 1949 aparte de que se encontraba en pésimo estado, se estaba hundiendo. Por si fuera poco, en 1974 hubo un incendio cerca del inmueble que afortunadamente no dañó la estructura del templo.
Indudablemente, la parroquia de Santa Catarina Virgen y Mártir tiene un significado muy especial en el Centro Histórico.
Fue en febrero de 1931 cuando se le declaró a este inmueble como Monumento Artístico.
Un grupo de religiosos establecieron una cofradía bajo la advocación de Santa Catarina Virgen y Mártir, por lo que pensaron construir una casa que sirviera de hospital con su respectiva iglesia. Todo esto pasaba en 1536.
El 12 de enero de 1537, las autoridades les otorgaron un solar cerca del monasterio de Santo Domingo; el estreno de lo que en principio era una pequeña capilla fue al año siguiente para que 30 años después, se convirtiera en parroquia en virtud de lo populoso del barrio.
Ubicada en lo que son hoy las calles de Nicaragua y Brasil, en pleno Centro Histórico del Distrito Federal, esta parroquia se deterioró severamente con un inundación ocurrida en 1629.
Por lo anterior, fue necesario reedificarla. Doña Isabel de la Barrera, mujer de Don Simón de Haro fue determinante en el proyecto gracias a sus aportaciones económicas. Se abrió al culto público en enero de 1662.
Empero, a los pocos años fue derrumbada: circularon dos argumentos para dicha acción: uno en el sentido de que no era lo suficientemente amplia para los feligreses, y la otra que carecía de la solidez necesaria en sus cimientos, por lo que era peligrosa y podría caer de un momento a otro. Lo cierto es que se erigió un nuevo inmueble que se abrió a los feligreses en febrero de 1740.
Su fachada es un matiz de la transición entre la severidad del barroco español y los inicios de la llamada churriguería mexicana, misma que se manifiesta en la pequeña puerta lateral. Esta puerta principal se halla orientada hacia el poniente y está encuadrada entre cuatro pilastras estriadas.
El templo es de planta en forma de cruz latina, limitada con muros de mampostería de tezontle, con piso de madera en las capillas laterales y de mosaico hasta el presbiterio. La cubierta es de bóveda de cañón seguido con lunetos y el crucero está cubierto con una cúpula octagonal con su propia linternilla.
En ambos lados del crucero hay dos altares de madera que en sus extremos tienen dos pilastras; en la parte del centro hay dos columnas unidas por un arco de clave adornada e interrumpida por impostes.
Pilares empotrados se ubican en los muros laterales, con semi-columnas con capiteles y cornisas de orden Toscano, que se prolongan de modo ojival en los arcos torales.
Respecto al altar mayor, éste se sostiene con el cimborrio con seis columnas con capiteles dorados de orden Corintio. Junto se puede admirar la capilla dedicada a la Virgen del Rayo.
El inmueble comprende la capilla mayor denominada de "La Preciosa Sangre", junto con otras dos conocidas como de los "Dolores" y del "Sagrado Corazón de Jesús.
Del segundo cuerpo de la iglesia, presenta un nicho aconchado ocupado por una escultura de piedra de Santa Catarina, montada en un pequeño pedestal. Más arriba, se encuentra una ventana rectangular entre otras dos ventanas elípticas y corona la fachada, un perfil curvo que tiene como remate un reloj público.
En el ángulo sureste del inmueble, se yergue la torre sobre la base alta rectangular con dos campanarios que tienen vanos en sus cuatro costados, con un cupulín con una cruz.
El atrio se extiende hacia el costado sur y está limitado por una verja de hierro, colocada sobre un rodapié de piedra, que a su vez está sostenido en tramos por pequeñas columnas equidistantes.
Fue en febrero de 1931 cuando se le declaró a este inmueble como Monumento Artístico.
Sin embargo no todo es color de rosa en la historia de esta parroquia; en 1933 fueron detectadas dos inclinaciones: una de sur a norte y otra de poniente a oriente, además de un hundimiento en el muro norte por el gran peso de la cúpula.
Debido a lo anterior, se han realizado obras de conservación casi permanentemente, ya que en 1949 aparte de que se encontraba en pésimo estado, se estaba hundiendo. Por si fuera poco, en 1974 hubo un incendio cerca del inmueble que afortunadamente no dañó la estructura del templo.
Indudablemente, la parroquia de Santa Catarina Virgen y Mártir tiene un significado muy especial en el Centro Histórico.
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